Ciudadanos rurales de la zona de Villa Paranacito, Paraje La Argentina, Mazaruca, Sagastume y otras localidades del Delta entrerriano atraviesan una terrible situación por las cuantiosas pérdidas que ocasiona la creciente del río Paraná, que no da respiro: «perdimos todo, es un verdadero desastre y tenemos la casa tapada por el agua», informó Juan Díaz Molina, quien se encuentra evacuado en Ibicuy. «Por ahora, no apareció ninguna ayuda ni evaluación de los inundados; es desolador».
Familias evacuadas, animales muertos, caminos cortados, casas y vehículos tapados por el agua forman una de las postales que hoy por hoy puede verse en la zona de Mazaruca, Paraje La Argentina y Villa Paranacito, que constituyen los lugares más afectados por la creciente.
Las familias muchas veces marcharon con lo puesto a refugiarse en lo de sus parientes o en centros acondicionados para atravesar la situación, y algunos resolvieron alquilar una vivienda en Ibicuy hasta que baje el agua. Quienes tienen menor capacidad adquisitiva se agolparon en clubes, casas de vecinos y hasta terraplenes para no abandonar lo que tanto trabajo costó conseguir.
TESTIMONIOS DEL DOLOR
Juan Díaz Molina aseguró que el río está bajando «muy despacio, porque en la zona del Paraje La Argentina hay más de un metro ochenta de agua en la calle, como así también en Villa Paranacito».
«La gente está evacuada en Ibicuy y los daños fueron muy cuantiosos, se perdieron animales y en nuestro caso el agua se llevó todo: mesas, sillas, los quinchos, la cocina y la heladera que apareció flotando en el río», describió y agregó: «hasta ahora no aparece ninguna ayuda y tampoco hicieron una evaluación de los inundados, por lo menos a mí no me tocó declarar nada».
«La gente se fue a vivir a las casas de sus parientes, de sus amigos y algunos alquilaron en refugios», explicó y recordó que una creciente de este tipo no se registraba desde 1982: «pero a nosotros nunca nos había golpeado de esta manera, pudimos salir pero no pudimos regresar a buscar nuestras pertenencias porque en medio el temporal el río creció mucho y tapó todo».
Dijo que el panorama «es desolador: el agua no pudo romper las paredes de nuestra casa, pero sí arrancó las aberturas que no alcancé a sacar, en cuatro días el río creció cerca de un metro setenta y el temporal se prolongó durante cuatro semanas que fueron terribles, todo está lleno de barro».
PASAR EL INVIERNO
Aunque el agua baja, se pronostica que la creciente continuará durante los meses de frío: «esto va para largo, porque el río de La Plata se mantiene crecido y el agua no corre mucho, tampoco cambian los vientos que favorecerían el descenso», explicó.
«Esto nunca nos ocurrió, el río nos llevó todo, no nos dejó ni las pilchas, ni la cama ni los colchones. Sólo recuperé una heladera que encontraron flotando en el río y como tenía fotos de mi nieta y sobrinos la reconocieron y me la acercaron, pero seguramente no funciona más. Es muy triste», aseveró.
Hasta ahora, los anuncios de ayuda son solo para Villa Paranacito y «zonas de influencia», pero la realidad es que allí no llega nada. Tal es así que el 3 de mayo, el denominado gabinete social de la nación, que integran los ministros de Educación, Esteban Bullrich; de Desarrollo Social, Carolina Stanley; de Salud, Jorge Lemus; de Defensa, Julio Martínez; y de Trabajo, Jorge Triaca, además de los titulares de Anses, Emilio Basavilbaso, y de Pami, Carlos Regazzoni, recorrió Villa Paranacito y prometió ayuda para otras zonas afectadas.
Entonces, Frigerio enumeró para cuando baje el agua «obras pendientes», como ya le había anticipado en febrero pasado: «mejorar las defensas, levantar la ruta 46 y hacer la nueva traza para que Villa Paranacito no quede aislado en cada inundación, más las viviendas que prometió el presidente para la gente que lo perdió todo». Sin embargo, a pesar de esos anuncios, los vecinos siguen denunciando abandono del Estado.