Un alumno de 13 años de la Escuela Secundaria Jorge Luis Borges cayó de la escalera que da al playón deportivo al intentar controlar una pelota de ping-pong luego de la clase de Educación Física. El chico quedó en el suelo con la boca sangrando, rígido y refiriendo dolor en todo el cuerpo al caer de dos metros aproximadamente.
Después de 30 minutos, y ante la ausencia de la ambulancia del servicio del 107 (a la que se había llamado unas 4 veces), la directora Cristina Roll optó por llamar a la policía. Tanto los directivos como los oficiales decidieron trasladar al alumno colocándolo en una puerta que sacaron de un aula.
El profesor de Educación Física, Andres Rubín, viajó todo el trayecto desde la escuela hasta el hospital Masvernat, sosteniendo la cabeza y el cuello del chico «que estaba totalmente rígido y le sangraba la boca».
El chico quedó internado en el hospital en donde le realizaron radiografías y en observación.