Federico Sturzenegger relativizó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que el Gobierno pretende cerrar en los próximos días, asegurando que «no es nada relevante» y que no servirá para solucionar los problemas que hay en Argentina. «Podemos tener un acuerdo con el Fondo o podemos no tenerlo y al día siguiente, todos los problemas de la Argentina van a seguir estando ahí: va a seguir el cepo y los controles de precios, los exportadores van a seguir teniendo prohibido exportar», explicó el ex presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El economista reapareció en una entrevista con La Nación, hablando de la negociación con el organismo y cómo puede ser el panorama para el país tras un acuerdo.
El FMI: un enemigo imaginario
«Los problemas de la Argentina no son de afuera, son internos», comenzó. Y luego agregó: «Pasa mucho que miramos afuera y pensamos que va a venir una solución mágica o que afuera hay un cuco gigantesco que nos va a hundir. Es una mala lectura. Todo el tema de los acreedores y la deuda es una manera de encontrar un enemigo en quien descargar las culpas por las cosas que no ocurren en la Argentina».
«Es cierto que consiguió (al referirse a la renegociación realizada por Martín Guzmán) una quita del 50% y eso es extraordinario y está buenísimo y una participación de más del 90% de los acreedores, que fue importante», explicó.
En esa línea, aseguró: «En esos ámbitos fue exitoso. Pero reestructuró una deuda que era 25 puntos del PBI, no como los griegos cuya deuda era de 170 puntos del PBI: la verdad, la deuda argentina era relativamente pequeña».
Con esto en mente, el ex funcionario agregó: «La gente del Fondo tampoco tiene mucho interés en arreglar porque es un quemo hacer algo con la Argentina, que después nunca cumple. El Fondo no va a inmiscuirse mucho: no va a pedirle nada a la Argentina. No va a haber ninguna incondicionalidad importante en el acuerdo con el FMI».
La reestructuración, una movida política
«La deuda era sustentable y el mercado lo entiende así», añadió Sturzenegger y luego amplió: «El propio mercado le ofreció a Alberto Fernández en su primera semana de gobierno patear 5 años todos los vencimientos. Por eso el mercado se enfrenta a la pregunta de porqué el gobierno reestructura algo que en realidad podía pagar. La respuesta es que lo hace porque necesita encontrar un enemigo y no porque la deuda no fuera sustentable y la Argentina no pudiera pagarla».
Con esto en mente, el economista no dudó en plantear que la razón para actuar de esta forma por parte del Gobierno es totalmente política, buscando sacarse la culpa por no cumplir con los objetivos y poder mostrar cómo se «ahorraron u$s 25.000 millones» mientras que -según sus cálculos- se perdieron unos u$s 100.000 millones por el aumento del riesgo país.
La inflación, un impuesto insostenible
«Entonces, ¿qué ocurrió a partir de eso?», continuó y sentenció: «Que a pesar de que se reestructuró la deuda con los privados, el riesgo país de la Argentina es de 1900 puntos básicos. Quiere decir que hubo una ganancia de 25 mil millones de dólares con la reestructuración de la deuda pero la consecuencia fue una pérdida de 100 mil millones».
«La inflación funciona como un impuesto más», agregó para luego cerrar: «Y es un impuesto horroroso porque lo pagan los que menos tienen. Es un impuesto que se cobra a los pobres primordialmente y tiene un efecto totalmente devastador sobre el funcionamiento de la economía. Es un mal impuesto por donde se lo mire».