“Se probo que no hubo uso de armas y esta desapareciendo la sedicion”

Uno de los abogados defensores de los policías imputados por los reclamos de diciembre de 2013, Oscar Bacigaluppe, aseguró que con el correr de las audiencias y tras la declaración de los diversos testigos “está desapareciendo la sedición”, la principal acusación colectiva contra los 18 efectivos policiales sindicados como los responsables de aquellos hechos.

A través de su página de Facebook, Bacigaluppe expresó que “se probó que no existió uso de armas, con lo cual cae ese calificativo usado para «agravar» la situación e impedir las excarcelaciones y por supuesto sumando montones de otras mentiras”.

Calificó de “buenas jornadas estas últimas, salvo los tipos que vienen a mentir y peinados todo bien”. Remarcó que “creo sinceramente ya se probó que no hubo armas y está desapareciendo claramente la sedición”.

Consideró que “quedarán cuestiones menores y la visita del Procurador que dijo que vendría y hasta la fecha no apareció”.

Cuatro testigos declararon de la Fiscalía prestaron testimonio ayer jueves. Entre ellos estuvo el Subjefe de Operaciones, José Luis Zaguán, quien confirmó que cuando estaban comenzando los saqueos en calle Diamante se comunicó con el Comando Radioeléctrico pidiendo refuerzos “y me dicen que no iba a haber apoyo y que la Jefatura estaba tomada”. A ello sumó que previamente en el Centro de Compras “Las Palmeras” una mujer le reprochó que horas antes había andado un agente policial anticipando que a la noche la Jefatura sería tomada.

La décima audiencia convocó también a que presten testimonios el cabo Fernando Acosta, el operador del Comando Radioeléctrico Cristian Gandulfo y el segundo Jefe de la División Criminalística, Gabriel Verón. Todos ellos ratificaron que estaban de guardia la noche del 8 de diciembre y se explayaron en qué roles tomaron durante esas horas.

El testimonio más esperado era el de Zaguán, quien relató que pasadas las 19hs. del domingo recibió la orden de salir de Jefatura para patrullar por las inmediaciones del Hipermercado Carrefour donde pudo ver que no había anormalidades, pero que recibió en su patrullero el pedido de colaboración en Las Palmeras. “Había mucha gente en los alrededores. Estaba personal de Comisaría 7ª y 4ª. No había saqueos, pero sí los dueños que estaban con mucho temor” dijo y rememoró: “un hombre se me acerca preguntando si podían entrar a saquear. A lo que obviamente le dije que no”.

En ese contexto describió que una señora dueña de un local en ese predio se acercó a insultarlo y reprocharle. “Me decía que nosotros habíamos causado que haya gente afuera esperando por entrar” y amplió que le dijo “que a las 6 de la tarde anduvo un oficial diciéndole que iban a tomar la Jefatura esa noche”.

Minutos más tarde, cuando la situación pareció calmarse en la zona norte, Zaguán especificó que acudió a un supermercado ubicado en calle Diamante y Doctor Florenza. “Allí pudimos ver un auto incendiado y otro volcado. Era mucha la gente afuera que nos tiraban piedras al móvil y nos insultaban”, detalló, ampliando que inclusive el patrullero con sólo tres efectivos arriba recibió impactos de balas. “Tirábamos tiros al aire y retrocedían” graficó para luego añadir que contaron con la ayuda de un móvil de la Comisaría Séptima y otro de La Criolla intentando evitar que los saqueadores ingresaran al supermercado ubicado en esa esquina.

En ese momento el Subjefe pidió ayuda al Comando Radioeléctrico para que convocaran a los bomberos a apagar el incendio “y me dicen que no iba a haber apoyo y que la Jefatura estaba tomada”. Así fue como recordó cómo horas más tarde, su superior, Cristian Ormachea, Jefe de Operaciones, le transmitió que desistiera de comunicarse con la sala del Comando porque “estaba todo mal en Jefatura”.

El ex Jefe de la Comisaría Segunda añadió que en el trayecto desde la zona noroeste hasta el centro se encontró con barricadas en las principales avenidas de Concordia y especificó como por avenida Las Heras los vecinos lo pararon pidiendo que el móvil se quedara en el lugar para custodiar la zona.

El recorrido incluyó la zona céntrica, donde un grupo de comerciantes insultó a los pocos uniformados que patrullaban entre los boulevares, mientras buscaban ahuyentar a los saqueadores que se refugiaban en las inmediaciones de calle Entre Ríos para volver a entrar a los locales.

La labor continuó sobre un supermercado de Roque Saenz Peña y luego en la entrada de un comercio de electrodomésticos en que calle Hipólito Irigoyen que también tenía las vidrieras rotas y muchos artículos tirados sobre la vereda.

Ya entada en la madrugada se acercó junto a Paiva, Acosta y Gandulfo a la zona trasera del hipermercado Carrefour, para sacar a los ladrones que habían ingresado. “Había mucha gente en autos y motos que estaba adentro también y se calmó cuando llegó también la Prefectura y empezó a llover. Amanecimos ahí”, recordó.

Consultado por uno de los defensores sobre por qué los cargos jerárquicos no habían activado el “Rol de llamadas” que convoca a cada uno de los agentes de franco a sumarse a prestar servicios ante una emergencia, Zaguán rectificó que sí lo había hecho, subrayando que como respuesta obtenía “que pasara a buscarlos por la casa o zonas cercanas, y yo en ese momento tenía muchas cosas para pensar y buscar resolver”.