El Gobierno en el dilema que le plantea la necesidad de levantar el cepo y el riesgo de un desbarraque inflacionario; el simplista esquema de salida en «V» choca con el presente recesivo que indica una «L»; es claro que el mundo seguirá viendo al Gobierno de Milei como a un experimento interesantísimo hasta que no logre desenmarañar el universo de regulaciones y restricciones que le dejó el kirchnerismo y que Mauricio Macri apenas sí se animó a toquetear; la continuidad del Sainete como género de gobierno
Planchar la economía
No hay mucho misterio por delante. Cuando pones todas las fichas en un solo lugar, solo queda esperar que las cosas salgan de acuerdo a lo planeado, porque no quedan piezas disponibles para actuar un eventual plan B. El Gobierno apostó a planchar brutalmente la economía, tanto como nunca nadie se había atrevido, según palabras del mismo Presidente. Es un poco como parar el corazón para poner orden, y luego volver a ponerlo en marcha.
Simplificaciones
Voy a seguir usando la cuántica como paradigma de lo complejo y contraintuitivo. RIchard Feynman, uno de los más grandes físicos teóricos de la historia, también guitarrista en bares y motoquero, dijo una vez tras dedicar una vida entera a entender y enseñar física cuántica: “Creo que puedo decir con seguridad que nadie entiende la mecánica cuántica”. Con estas palabras buscaba enseñar que no es posible explicar fácil lo extremadamente complejo. Hace años ya, que he empezado a desconfiar de los explicadores facilistas. Si queres explicarme tu plan económico representándolo con una “V”, me permito por lo menos dudar, sino pensar que me estás tratando de idiota. Una “V” que representa una caída violenta hasta tocar el fondo y un arranque igualmente intenso hasta recuperar niveles de actividad, y si fuera posible, hasta el infinito y más allá, parece sencilla como esquema. El tema es que esa línea reflejada en la imaginación por medio de una “V”, es la combinación de una serie de factores complejisimos que buscan explicarnos nada menos que la economía de un país, y para más complejidad, de Argentina. Dijeron que en abril empezaba la recuperación, pero nunca dijeron cómo, y pocos preguntaron. Fue un gesto de optimismo innecesario.
Siempre la pesada herencia
Nuestro querido «tren fantasma» es más largo de lo que se cree. La caída de la actividad no es un invento mileísta, faltaría más. En todas mis notas de opinión me ocupo de dejar en claro que el Gobierno de Alberto Fernández inició con la “cuarentena eterna”, un histórico proceso de destrucción de la economía que se extendió a lo largo de los 4 años que duró su mandato, profundizando su deterioro tras la asunción del Candidato a Presidente y Ministro de Economía Sergio Massa, que tiró la casa por la ventana en una muy improbable aventura presidencial. Y para los más escrupulosos y sensibles agrego que no es que las cosas vinieran muy bien de arranque, el empleo privado no crece desde 2011 y durante el Gobierno de Mauricio Macri cerraron nada menos que 24.000 Pymes, cifra luego empardada en solo cinco meses por el apego al encierro de Alberto, la pasión por los cepos y las regulaciones, por no hablar del descalabro de los dólares soja de Massa y la mar en coche.
Sin salida del cepo no hay inversiones serias
Y no, no se llegó nada bien hasta acá. Pero ahora el Gobierno de Milei, que mantiene niveles de popularidad todavía sorprendentes, se empieza a encontrar con un panorama, que con el envión inicial, parece no haber previsto. ¿Y si en lugar de una “V”, esto se transforma en una “L” recesiva, con caída de la producción y el empleo, de la que se hace difícil salir? ¿Y si la exigencia de los mercados internacionales de un tipo de cambio flotante que le de oxígeno a las exportaciones, por ejemplo, chocan con el único logro concreto que ha tenido este Gobierno que es reducir la inflación? Sin salida del Cepo no habrá inversiones serias. Es claro que el mundo seguirá viendo al Gobierno de Milei como a un experimento interesantísimo, hasta que no logre desenmarañar el universo de regulaciones y restricciones que le dejó el kirchnerismo y que Mauricio Macri apenas sí se animó a toquetear.
El sainete como género de gobierno
En medio de todo este momento de complejidad inmensa, aparece Yuyito Gonzalez en el palco presidencial del Colón vestida de blanco una noche neblinosa de invierno, y yo veo un símbolo de los tiempos. Ni la escena más absurda de “La internacional argentina”, de Copi, se atrevió a tanto. “La creatividad al poder”, rezaba con sarcasmo el argentino de París. El desorden reina y a medida que la entropía aumenta la confusión se hace insoportable.
Estoy navegando superficialmente, que de eso se trata esta columna, de no embarullarse en el universo de los detalles, por eso solo dejaré constancia de situaciones como los diputados visitando a Astiz, Yuyito en el Colón, la vicepresidente defendiendo a Enzo Fernández, y Adorni sosteniendo que al Gobierno no le importa el dólar blue ni el riesgo país, en este último caso replicando una rueda de prensa cualquiera, de la inefable Gaby Cerruti. Es la continuidad de un “Sainete” que verdaderamente no era necesario sostener.
Cierta intriga me despierta la presentación de Milei en La Rural el domingo, en particular tras el paseo triunfal de Victoria Villarruel por el predio ferial en medio de las tensiones diplomáticas por Enzo Fernández(????) que Karina Milei se encargó de sofocar con una visita a la Embajada de Francia (habrá llevado facturas?). Acá hay elementos saineteros de valor literario genuino. Veremos que sucede…
Elogio de la superficialidad
El Aguijón predica el ejercicio del espíritu crítico y plantea la importancia de la superficialidad como herramienta de análisis. Desde arriba, estética y éticamente, observando los trazos gruesos, es posible ver mucho. Sobre todo es posible mantener una idea general del sistema de cosas que componen una particular visión de la realidad. Hoy, a vuelo de pájaro, se observa confusión y por eso le recomendamos prudencia al lector. Le recomendamos desconfiar, mirar más allá, leer y escuchar varias fuentes, conocer a estas fuentes y cuestionarlas, para que nadie le imponga su cuento, para que los relatos choquen contra una mente despierta, para que cada uno pueda tener su propia visión y enriquecerla. Nadie la sabe mejor que vos, nadie la ve tan clara, querido lector, que lo que hacemos es solo un esfuerzo literario que busca evidenciar lo más grosero, que busca lograr que no te tomen por boludo.
Salutación
Por ahora entonces, dejemos el auto en casa, especialmente en CABA que estacionar cuesta un Perú (no hablemos de grúas y acarreos por el momento) y cuidamos el medioambiente. Calefaccionar agudizando el ingenio, usar frazadas pesadas, comprar con inteligencia y siempre aprovechando las cuotas sin interés, no olvidarse del pasado, no comprar el futuro, ser filosos en el análisis del presente, y más que nunca: solidaridad, empatía, respeto por la dificultad del otro, generosidad y paciencia, espíritu crítico que más no se pueda, ojos abiertos y equilibrio emocional, les augura El Aguijón.