MOSCÚ, (Reuters) – El Kremlin declaró el miércoles que estaba a la espera de detalles de Washington sobre una propuesta de alto el fuego de 30 días en Ucrania, mientras que fuentes de alto rango de Moscú señalaron que un acuerdo debería tener en cuenta los avances de Rusia y abordar sus preocupaciones.
Tras el avance de las fuerzas rusas en 2024, el presidente estadounidense, Donald Trump, revirtió la política estadounidense sobre la guerra, iniciando conversaciones bilaterales con Moscú y suspendiendo la asistencia militar a Ucrania, exigiendo que tomara medidas para poner fin al conflicto.
Estados Unidos acordó el martes reanudar el suministro de armas y el intercambio de inteligencia después de que Kiev declarara en las conversaciones en Arabia Saudita su disposición a apoyar una propuesta de alto el fuego.
El Kremlin afirmó que estaba estudiando atentamente los resultados de la reunión y que esperaría los detalles del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sugirió que un periodista se estaba adelantando un poco al preguntar si Rusia pretendía vincular una propuesta de alto el fuego al levantamiento de las sanciones internacionales impuestas por la guerra en Ucrania.
«Rubio y Waltz dijeron que nos transmitirían información detallada a través de diversos canales sobre la esencia de la conversación que tuvo lugar en Yida. Primero, debemos recibir esta información», declaró Peskov.
Rubio afirmó que Estados Unidos esperaba una respuesta positiva, y que si la respuesta era «no», Washington revelaría mucho sobre las verdaderas intenciones del Kremlin.
Añadió que habría contactos con Moscú el miércoles, que Europa tendría que participar en cualquier garantía de seguridad para Ucrania y que las sanciones impuestas por Europa también se estarían considerando.
Al preguntársele si Rusia podría aceptar el alto el fuego incondicionalmente, Rubio respondió: «Eso es lo que queremos saber: si están dispuestos a hacerlo incondicionalmente». En Kiev, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, calificó de constructiva la reunión de esta semana en Arabia Saudita entre funcionarios estadounidenses y ucranianos, y afirmó que un posible alto el fuego de 30 días con Rusia podría utilizarse para elaborar un acuerdo de paz más amplio.
UCRANIA A PUNTO DE PERDER SU POSICIÓN EN LA REGIÓN RUSA DE KURSK
La invasión rusa de Ucrania a principios de 2022 dejó cientos de miles de muertos y heridos, desplazó a millones de personas, redujo ciudades a escombros y desencadenó la mayor confrontación entre Moscú y Occidente en seis décadas.
El miércoles, las tropas ucranianas parecían estar a punto de perder su posición, ganada con tanto esfuerzo, en la región rusa de Kursk, mientras Moscú afirmaba nuevos avances allí y blogueros militares de ambos bandos afirmaban que las fuerzas de Kiev se estaban retirando.
El presidente Vladimir Putin ha reiterado su disposición a hablar sobre el fin de la guerra y Trump afirma creer que Putin habla en serio, aunque otros líderes occidentales discrepan.
Trump declaró el martes que esperaba que Rusia aceptara un alto el fuego y que hablaría con Putin esta semana.
Reuters informó en noviembre que Putin estaba dispuesto a negociar un acuerdo con Trump, pero se negaría a hacer concesiones territoriales importantes e insistiría en que Kiev abandonara sus ambiciones de unirse a la OTAN.
Una fuente rusa de alto rango declaró a Reuters que a Putin le resultaría difícil aceptar la idea del alto el fuego sin negociar los términos y obtener algún tipo de garantías.
«Putin tiene una posición sólida porque Rusia está avanzando», declaró a Reuters la fuente, que habló bajo condición de anonimato debido a la sensibilidad de la situación.
Sin garantías junto con un alto el fuego, la posición de Rusia podría debilitarse rápidamente y Occidente podría culparla de no haber puesto fin a la guerra, añadieron.
«Así que sí, estamos a favor de una tregua con todas nuestras fuerzas, pero necesitamos al menos garantías marco, al menos de Estados Unidos». Otra fuente rusa de alto rango afirmó que la propuesta de alto el fuego parecía, desde la perspectiva de Moscú, una trampa, ya que a Putin le resultaría difícil detener la guerra sin garantías o promesas concretas.
Una tercera fuente rusa afirmó que el avance más importante era, de hecho, que Estados Unidos había acordado reanudar la ayuda militar y el intercambio de inteligencia, simplemente adornando esa medida con una propuesta de alto el fuego.
