Néstor Roncaglia fue jefe de la Policía Federal Argentina (PFA) en la gestión de Mauricio Macri y estuvo poco más de mes bajo la presidencia de Alberto Fernández. Es el hombre designado por el gobernador electo, Rogelio Frigerio, para hacerse cargo de la cartera de Justicia y Seguridad. Roncaglia –que antes de ser jefe de la PFA estuvo al frente de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de esa fuerza-, es abogado, con posgrado en Derecho Constitucional y Derecho Procesal Penal, y desde 1992 se especializó dentro de la fuerza en el área de investigación y política criminal hasta que en 2012 pasó a Drogas.
Casado y con dos hijos, realizó cursos de especialización sobre combate al tráfico de drogas en la Administración para el Control de Drogas del gobierno de Estados Unidos (DEA por su sigla en inglés), y se capacitó en Bolivia, Colombia y Perú.
Mientras que, en noviembre de 2018, fue designado vicepresidente por las Américas en el Comité Ejecutivo de Interpol.
En el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) profundizó la temática de uno de los mayores flagelos que azota a la provincia en materia de inseguridad: el narcotráfico en todos sus niveles. Al respecto, indicó que es necesario tener un espíritu de colaboración entre las distintas Fuerzas de Seguridad, que hay que controlar más los ríos Paraná y Uruguay y advirtió que el éxtasis ya se está convirtiendo en un gran problema en materia de sustancias nocivas. A diferencia de la marihuana y la cocaína, su logística y distribución es mucho más dinámica y en una bolsita de fácil ocultamiento se pueden almacenar aproximadamente 10.000 dosis.
Por otro lado, indicó que el diálogo con la Justicia será clave y adelantó que mantendrá una reunión institucional con el Procurador General de la Provincia, a los efectos de mancomunar criterios y esfuerzos.
En ese marco, elogió los aportes de la Dirección de Aduanas en el combate del tráfico en todas sus formas y valoró que la Policía de Entre Ríos es una institución sana, con tecnología y funcionarios bien formados. De todos modos, enfatizó que una de sus marcas de gestión será la prevención, con mucha presencia policial en las calles.
-Cuánto lo afectó como jefe policial la situación del ex intendente de Paraná, Sergio Varisco (fallecido) vinculados con el narcotráfico. ¿Hay un antes y un después en casos como éstos?
-Fueron investigaciones complejas que, siendo jefe de la Policía (Federal) me tocó conducir. Teníamos un buen jefe en la delegación Paraná y cooperó con el juez federal (Leandro Damián) Ríos en esos momentos. Los resultados todos los saben, hubo condenas. Sergio Varisco, lamentablemente, falleció. Y eso fue un antes y un después. Lo hablamos mucho con la entonces ministra de Seguridad, (Patricia) Bullrich. Quiero aclarar algo: la investigación no se inició con la gestión nuestra –yo como jefe y Bullrich como ministra- sino que se venía investigando desde el 2015, con el anterior gobierno.
-Nosotros denunciamos en octubre de 2015 los manejos de Daniel “Tavi” Celis con los cuadros de Varisco; incluso antes que Juntos por el Cambio ganara las elecciones aquel año.
-Así es. Lo aclaro porque en su momento se dijo que fue una causa armada y eso está muy alejado de la realidad. La verdad es que fue una investigación que no estaba Varisco en esos momentos; pero, aparece en escena cuando intervenimos los teléfonos, las redes sociales y ahí aparecen las maniobras ilícitas como aportantes de dinero para la campaña, luego reclamando ese dinero. Y así se desencadena en el proceso que todos conocen, las detenciones, el juzgamiento y las condenas que quedaron confirmadas.
-Cuando hay un dirigente como Varisco, en una capital de provincia como es Paraná, ¿cuánto le pesa que se enfrente una situación así?
-Uno nunca quiere encontrarse con eso. Siempre se espera delincuentes comunes. Pero, cuando aparecen funcionarios…
-Habrán existido presiones…
-Sabe que no. A mí nadie me llamó o me dijo que no avanzara; al contrario. Antes, bajo la gestión de (Sergio) Berni en su momento hicimos un secuestro de drogas a Marcelo (Alejandro) Acosta.
-Que era uno de los choferes de Sergio Urribarri…
-Así es, que lo detuvimos en la autopista entre Santa Fe y Rosario y tampoco nadie me llamó para que no avanzara en la investigación. Muy por el contrario. Creo que los funcionarios, los jefes, los directores hacen un paso al costado cuando hay una causa compleja. Y nosotros somos auxiliares de la Justicia, si bien dependemos del Poder Ejecutivo, cuando trabajamos con la Justicia, la lealtad es con la Justicia. Eso está claro. Y en estos casos como el de Corrientes (por el intendente de Itatí) nunca tuvimos algún impedimento. Hemos operado con la Gendarmería Nacional, se avanzó y nadie puso algún impedimento por más que la persona fuera intendente de una ciudad y era parte del propio partido (por Juntos por el Cambio) que estaba gestionando el gobierno nacional. Nunca hubo impedimento alguno. Y cuando hicimos los allanamientos con mandas judiciales, encontramos los elementos que pensábamos que podían haber, porque la investigación, las escuchas venían indicando que había cosas ilegales. Y eso se encontró, se documentó y se entregó a la Justicia. El juez Federal pudo avanzar en la investigación. En esa causa hubo muchos arrepentidos que aportaron información, que solo la puede aportar… en este caso la mujer de Celis que fue investigada y eso sirvió para la investigación y se logró la condena que luego fue ratificada en distintas instancias judiciales. No hay presiones, al contrario. Cuando aparecen funcionarios, policías o miembros del propio Poder Judicial… de hecho en Corrientes fue procesado el juez Federal de esa provincia. Por eso, cuando aparecen esta clase de causas, todos se corren y dicen “hácete cargo de tu macana”.
-Después del caso Varisco y Celis en 2018, es como que mermaron las investigaciones que involucren a capos narcos al menos de la región. Eso puede tener relación con la desfederalización del narcomenudeo o a su entender responden a otra cosa.
-Hubo otros procedimientos. No me acuerdo ahora el nombre (por Elvio Gonzalo Caudana), pero era una persona que está condenada y abastecía desde Paraná a la zona de Concordia. Se lo detuvo en la Ruta 18 cuando llevaba 10 kilos de cocaína para abastecer a Concordia.
-Alguien podrá decir que quedaron presos casi todos los jefes narcos. Celis, Gustavo “Petaco” Barrientos, Elvio Gonzalo Caudana… pero, el narcotráfico se va renovando.
-Por supuesto, se retroalimenta. Y ese es uno de los problemas que genera el narcotráfico. Se trata de una empresa narco criminal que produce mucho dinero y los actores no desaparecen. La mercadería en tránsito para el país de origen no tiene mucho valor, porque cuando pierden un cargamento lo reponen enseguida. Por eso, hay que apuntar a detener a los cabecillas. Sabemos que se reproducen y por eso no se puede bajar los brazos. Alguien podrá pensar que es una batalla perdida, pero no lo es. Hay que seguir peleando porque es una empresa criminal que produce mucho dinero.
-Después del caso Varisco, hubo muchos policías de la Federal de la delegación Paraná que habían trabajado en esa investigación y fueron trasladados a otros destinos. Y si bien se comprende que deben rotar cada determinado tiempo, también se desarmó una estructura de investigación que existía.
-Sé que hay cambios, reformas y a veces los cambios obedecen a un plan estratégico de la gestión. Mientras fui cuatro años jefe de la Policía Federal marqué mi impronta de avanzar y la verdad es que tuve el apoyo político para hacerlo.
-Pero al cambiarse esos equipos de investigación no conspira con pesquisas específicas, porque sabían, por ejemplo, quién es quién en cada causa.
-En criollo se dice que equipo que funciona no se cambia. Justamente por la gimnasia, los contactos judiciales, el conocimiento de la zona. Sí hubo un jefe que se tuvo que ir porque ascendió.
-Lo que ocurre es que tal vez se conformen con “romper” kioscos barriales y no avanzar con “los popes” lugareños.
-Le hablo desde mi posición y desde mi visión. No hay que quedarse solo con eso. Sí hay que combatir el narcomenudeo, los kioscos porque es cuando la droga se transforma en dinero y es cuando la droga llega a los consumidores. Pero, hasta que llega hasta ahí hay toda una cadena de producción, de transporte, de almacenamiento. Sabemos que la cocaína no se produce acá, viene de los países productores, pasa nuestra frontera, se desplaza por nuestro territorio y llega a determinados puntos de ventas. Al narcotráfico hay que combatirlo desde las dos aristas: el macro tráfico y el micro tráfico. En Entre Ríos con la ley de narcomenudeo, de desfederalización del micro tráfico, creo que fue una herramienta útil por más que algunos jueces federales no estén muy de acuerdo porque dicen que pueden entorpecer otras investigaciones. Creo que no y es una herramienta necesaria. Sobre todo, cuando en Entre Ríos había solo dos jueces federales que estaban en Concepción del Uruguay y en Paraná. ¿Qué pasaba en Tala, en Nogoyá o en Diamante? Donde no había la presencia física de Fuerzas Federales. Solo había la Policía de la Provincia que era conocedora del territorio y por eso es una buena herramienta para atacar al narcomenudeo; que considero que es lo que más daño hace y lo más visible del narcotráfico.
-Considera que la figura del arrepentido es una buena herramienta para una investigación.
-Así es. Todas esas herramientas, el arrepentido, el informante que está incorporado en la ley; el agente revelador que es el policía que va y compra droga, la documenta y se allana automáticamente. Antes se cuestionaba porque decían que eso era un entrampamiento y que el policía al comprar esa droga era parte del delito. Por eso, a partir de la sanción de la nueva ley (número 27.319 de 2016) todas esas figuras para combatir al narcotráfico son súper necesarias. Lo mismo que el prolongar la jurisdicción: el policía que investiga la droga puede intervenir en todo el país. Y eso es importante para lograr buenos resultados. El agente encubierto, que es una figura que no está tan instalada porque es complejo. Pero, en Estados Unidos combaten a las drogas con el agente encubierto. Hoy, todos los narcos no hablan mucho porque saben que se le pueden intervenir los teléfonos y un montón de cuestiones, entonces la figura ideal para infiltrarlos es el agente encubierto.
-¿Qué opinión tiene de la llamada entrega vigilada, que a veces permite desbaratar a la banda que va a recibir el cargamento de drogas?
-Estoy de acuerdo e incluso participé en un montón de operaciones de entrega vigilada. Da buenos resultados, no solo para detener al que está transportando. Un ejemplo: Sabemos que viene un camión con un chofer que puede saber o no que transporta un cargamento de drogas. Si lo intercepto en medio de la ruta, me quedo solo con el cargamento y el chofer. La entrega vigilada sirve cuando no conocemos a todos los actores. Siguiendo con el ejemplo, no sabemos quién la va a recibir. Por eso se hace un seguimiento muy complejo, muy inteligente, que permite seguir al camión hasta el punto de entrega.
-¿Cuánto le preocupa el consumo de éxtasis en el país como en Entre Ríos? Hace poco se secuestraron 11 mil pastillas de éxtasis en San Jaime de la Frontera.
-También Aduanas secuestró en el Correo de Paraná un envío que provenía de Bélgica. Hay que decir que Aduana está trabajando muy bien en las fronteras, porque la droga no se produce en el país.
-Lo está reconociendo a Guillermo Michel, que es mano derecha de Sergio Massa.
-Cuando se hacen las cosas bien hay que reconocerlas. Si se hacen las cosas mal, “te tiro bajo el tren”. Los escáneres son necesarios. Sino están no es lo mismo. Podemos decir investiguen contra el narcotráfico, pero si no doy las herramientas, es lo mismo que decir no hagan nada. Ahora si aporto perros adiestrados, escáneres, equipamiento para detectar la presencia de droga, quiere decir que me interesa que sí, que trabajes. Publicitariamente he visto que se han secuestrado cargamentos de drogas que van, justamente, al Uruguay.
-Lo del éxtasis es algo que viene avanzando muy fuerte.
-El éxtasis no se produce en el país… se ha producido, pero ha existido consecuencias de muertes en varios boliches y fiestas electrónicas. Básicamente, no se produce acá y la sustancia prima proviene de Asia o de los Países Bajos. Creo que, en el futuro, el problema serán las drogas de síntesis. En un puñado así (del tamaño de una mano) entran 10.000 pastillas de éxtasis. Y para llevar un cargamento de drogas se requiere mucho volumen; mientras que el cargamento de éxtasis es más fácil de transportar. Ingresa por el Correo, por Paraguay, por Bolivia.
-¿Qué énfasis pondrá en el control conjunto que se pueda hacer con Prefectura Naval Argentina vinculado al tráfico de drogas que utiliza los ríos Paraná y Uruguay?
-Es un muy intenso a lo largo de la hidrovía que tiene 3.400 kilómetros que recorren cinco países, de los cuales dos son productores de drogas: marihuana y cocaína. Lo mismo con el cruce de los botes de Argentina al Uruguay. A veces disfrazan un contrabando para ocultar a la droga. Creo en el trabajo conjunto y coordinado. El macro tráfico es un delito federal; pero, el juez federal puede convocar a la Policía Provincial. De hecho, uno de los proyectos que tenemos con Rogelio (por Frigerio) es… siempre digo que la Policía de Entre Ríos es una buena Policía. Tiene buenos recursos humanos.
-No solo humano, sino también tecnológico, de avanzada.
-Así es. Así como reconocí lo de la Aduana, reconozco lo de la Policía de Entre Ríos. Está perfecto lo que se hizo y hay que reconocerlo. Han dado buenos resultados. Hay homicidios que al otro día está esclarecido. Y eso es la importancia del buen recurso humano. ¿Se puede mejorar? Por supuesto que se puede mejorar. Potenciar lo que se tiene, incentivar al personal. Creo que en esta actividad el resultado viene de la mano del bienestar de ese funcionario. Cómo yo, desde la política o como jefe motivo y cuido a ese personal y lo potencio para que dé buenos resultados. Cómo cuido sus salarios, su jornada laboral, si descansa, si se le reconoce su trabajo. Sobre todo, aquel que está en la parte de investigaciones y drogas, no es un policía que trabaja ceñido a un horario; tiene que trabajar un montón de horas extras para lograr un buen resultado. Entonces, el Estado tiene que reconocer eso y darles buenas herramientas. E insisto que el trabajo coordinado entre todas las Fuerzas hay que hacerlo. Al narcotráfico hay que atacarlo en dos aristas: el narcotráfico que puede ser la misma Policía provincial, prepararla, instruirla, darles las herramientas para que luche contra el narcotráfico. Y la otra policía que luche contra el narcomenudeo, que es otra metodología de investigación.
-Mucho personal policial en la provincia se vienen quejando por la inacción judicial o la llamada “puerta giratoria” respecto del delito en general. Se cuestiona mucho a algunos fiscales que no profundizan las investigaciones y de otros que durante el fin de semana no actúan con la dedicación que se espera o deberían hacerlo. Más usted que estará al frente de Justicia y Seguridad.
-La Justicia en un sistema republicano es uno de los tres Poderes. Esa queja es recurrente, porque parecería que fuéramos a dos ritmos diferentes. Policías que le ponen ímpetu a la investigación, que quiere allanar… porque ¿quién sabe que la droga llegó? El policía que está haciendo la investigación. Si hay un buen fiscal que avance en la investigación, su brazo derecho tiene que ser la policía. Y tiene que haber una interacción bien aceitada entre los dos. El policía le dice que llegó el cargamento a las 6 de la mañana y hay que allanar a las 7 de la mañana; el juez no puede decir hoy es viernes allanaremos el lunes. Hay que allanar ahora, porque el lunes ya no estará el cargamento. Esa es una cuestión que hay que aceitarla. En el tema de la inseguridad la Justicia es un actor importante. La policía sin la Justicia no puede avanzar en una investigación. Necesita de la dirección de la Justicia. En este caso somos auxiliares de la Justicia. Nosotros descartamos que la Justicia va a entender esto; que es un problema de todos y la Justicia no es alguien ajeno a esta situación de inseguridad que se vive o la violencia o el narcotráfico.
-Usted está diciendo que ni bien asuma se reunirá con el Procurador General de la Provincia.
-Pero, por supuesto. Es algo básico. Ese puente tiene que existir.
-¿Lo conoce al Procurador Jorge Amílcar García? ¿se reunió con él?
-Sí, he conversado con él. Creo que es importante esa interacción y que los dos entendamos…
-Y en esas charlas tuvo más coincidencias que disidencias…
-Fue una charla muy informal, de presentación. Pero, entiendo que la Justicia nos tiene que acompañar, porque también es un problema de la Justicia. También nos tenemos que ocupar del servicio Penitenciario, del personal penitenciario, que muchas veces quedan relegados.
-Le cambiamos de tema. Ha sorprendido en estos días la cantidad de tiroteos que se han registrado en la ciudad de Paraná. Y en los barrios siempre se secuestran armas de grueso calibre y cientos de municiones.
-La mejor policía del mundo es la que no tiene que detener a nadie ni tampoco intervenir en sucesos de esta naturaleza; porque hace una buena prevención del delito. La presencia explícita de la policía en la calle. Alguien dirá que tenemos cámaras y lo otro. Las cámaras son importantes, pero son como el Bombero, viene después del incendio. Hay que evitar que se produzca el incendio, que se generen esos hechos violentos. Y la policía tiene que estar en la calle. Nosotros coincidimos con eso. No digo que (hoy) no esté, pero puede estar más. La cámara no va a evitar que se cometa el delito, quien va evitar que se cometa el delito es la presencia del policía. Respecto del tema de las armas. Se sabe que las armas utilizadas acá, luego son trasladadas, por ejemplo, a Rosario e incluso en todo el país se envían por encomiendas. Porque cuando el arma “está sucia” porque participó de un homicidio, se la saca de la jurisdicción y se utiliza en otros lados. Para eso hay que profundizar los controles y tener un registro del uso de esas armas. Es un sistema que existe, tengo que ver si está en Entre Ríos. Pero, es un sistema que me permite saber, por ejemplo, si esa arma fue utilizada en Salta. Sé, por referencias, que la Policía de Entre Ríos tiene mucha tecnología y está bien en ese sentido. La Policía necesita de la tecnología. La Justicia necesita de la tecnología, porque hace a las pruebas.
-No hay que olvidar que cada fiscal tiene una sola persona a su lado para trabajar en todas las investigaciones.
-Eso quiere decir que hay que hacerse cargo de una causa y rechazar las otras. Así aparecen los conflictos. Un delito de fragancia, la policía detiene en la vía pública a las 3 de la mañana y algún fiscal puede contestar mal porque fue despertado o le dice que no tiene más lugar para nuevas causas o ya no hay lugar en las cárceles. Creo que esas herramientas las tiene que dar el Estado provincial.
-¿Cuándo decidirá quién será el jefe y subjefe de la Policía de Entre Ríos?
-Estamos analizando…
-Ya responde como un político…
-Lo vamos a anunciar después del 10 de diciembre. No es un tema común, simple, sino complejo. Queremos elegir a los mejores. Sabemos que hay buenos funcionarios, pero, necesitamos el perfil que nosotros queremos. Es una selección compleja que hay que hacerla con tiempo, no hay apuros. De hecho, podemos asumir y gestionar con la actual jefatura, no hay ningún problema. De hecho, cuando asumió el Presidente Alberto Fernández, quedé como jefe un mes y medio más y cuando me pusieron el reemplazante me aceptaron el retiro. Eso no tiene por qué ser de un día para el otro.