A pesar del video amenazante contra Maximiliano Pullaro y la ministra Patricia Bullrich que una supuesta banda narcoterrorista dio a conocer en la noche del domingo, las negociaciones en torno a la posible reforma de la constitución provincial siguieron este lunes al tope de la agenda política de Santa Fe, y el gobernador y sus aliados intentarán tener luz verde entre el jueves y el viernes próximos, antes del cierre del año.
No se trata, en rigor, de un debate nuevo: la mayoría de los gobernadores recientes intentaron reformar una constitución que desde el primer día que asumen el gobierno los limita en forma inmediata porque, entre otras cuestiones, prohíbe la reelección de ellos mismos. Miguel Lifschitz, el último caudillo del socialismo provincial, fue, hasta ahora, el más audaz de todos: llevó su propio proyecto, logró habilitar la discusión legislativa sin tener certeza sobre su resultado, no tuvo los dos tercios necesarios para su aprobación y naufragó en el intento.
Pullaro quiere romper con ese maleficio. Ayer por la tarde, mientras entregaba escrituras en Rosario y prometía “profundizar acciones de persecución” contra los supuestos narcocriminales tras la difusión del video en la tarde noche del domingo, que obligó a convocar a una cumbre a los referentes de seguridad de Nación, Provincia y Ciudad en línea permanente con ese distrito, el gobernador supervisó junto a sus operadores las tratativas a contrarreloj con el peronismo y los aliados para tratar de aprobar el jueves en Diputados y el viernes en el Senado la Ley de Necesidad de la Reforma con la que la provincia habilitaría la integración de una convención constituyente para avanzar con una modificación de la ley actual que le daría un vuelco a la política de Santa Fe, el tercer distrito de mayor incidencia electoral.
Buena parte de esas negociaciones tienen del otro lado de la mesa al ex gobernador Omar Perotti que, según fuentes cercanas, ya mostró su predisposición a acompañar el trazo grueso de la reforma. Como gesto en ese sentido, el ex mandatario peronista que conduce un bloque de cinco legisladores -Hacemos Santa Fe- presentó en estos días su propio proyecto de reforma, el noveno del total de los textos introducidos en estos meses.
Y habilitó una negociación con la coalición oficialista, a pesar de que la semana anterior había apoyado junto a sus diputados un documento en contra de la ley. Según trascendió ayer, solo Walter Agosto, el ex ministro de Economía de Perotti, actual diputado provincial, había ratificado su postura contra el proyecto. Los otros cuatro estarían predispuestos a colaborar, junto al ex gobernador, con Pullaro.
Una postura que entre los otros sectores del peronismo santafesino, todavía atravesados por una fuerte crisis producto de la derrota en el 2023, ya provocó en estas semanas una serie de cuestionamientos internos. Es que, puertas adentro, en el PJ provincial se sospechó en estos meses en que el ex mandatario terminaría por acompañar la iniciativa.
“El peronismo pone acá reparos pero en Buenos Aires negocian y acompañan los pliegos de los jueces para la Corte enviados por (Javier) Milei”, dijeron en estas en despachos vinculados con el ex gobernador peronista que, hace algunas semanas, ya votó junto al oficialismo la ampliación de la Corte Suprema provincial. A cambio, según trascendió, de la posibilidad de que pueda tener alguna injerencia en la elección de alguno de los postulantes para el tribunal. Nada que sorprenda.
Pullaro tiene en Diputados 28 votos seguros. De encaminarse las negociaciones, Perotti podría aportar otros cuatro. Cerca del gobierno provincial aseguran que tendrían asegurados, al menos, el acompañamiento de otros tres legisladores, uno más de los 34 que requieren los dos tercios. La reunión de la comisión de asuntos constitucionales de este lunes le dio al gobernador una buena señal: tuvieron que reunirse en el recinto por lo concurrida de la convocatoria. Incluso, hubo delegados del Movimiento Evita, de la izquierda y hasta de Amalia Granata, que en estas horas expresó algunos reparos a la movida reformista.
El gobernador, que mantiene una alianza con el socialismo -con Clara García a la cabeza- y el PRO y mantuvo este año una muy alta popularidad, quiere terminar el año con la ley de necesidad sancionada por ambas cámaras. La semana pasada, se dio prioridad en Diputados. El Ejecutivo querría el jueves tener la aprobación en esa cámara y al otro día en el Senado, donde tiene holgada mayoría.
Uno de los puntos en debate en estas horas, según confiaron, tenía que ver con la modalidad de elección de los 69 convencionales que, según el plan oficialista, deberían ser proclamados, en principio, en abril del año próximo, para coincidir con la fecha de convocatoria de las PASO provinciales que el sistema político santafesino está dispuesto a sostener a pesar de la movida nacional por parte de La Libertad Avanza para terminar con las primarias. La discusión con Perotti en torno a la elección de esos constituyentes es por la votación y el porcentaje por distrito único, por distritos o a través del sistema D’Hont.
En general, buena parte del sistema político santafesino reconoce que la constitución local debería renovarse, en una provincia que fue sede, hace 30 años, de la reforma constitucional que, entre otras modificaciones, habilitó la reelección presidencial y creó la figura del jefe de Gabinete.
El de Santa Fe, más allá de la relevancia por la magnitud de la propuesta y porque nunca se reformó, no es, de todos modos, un caso aislado. En la ciudad de Buenos Aires, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, también trabaja con su mesa chica un proyecto en esa línea, aunque muchísimo menos ambicioso que el de Pullaro.
En la provincia de Buenos Aires, por caso, existen tratativas entre el peronismo y algunos sectores de la oposición como la UCR alrededor de la prohibición de la re-reelección de los intendentes impulsada en el 2016 por María Eugenia Vidal. En la Legislatura bonaerense aseguran que, a pesar de la negativa del PRO, ya habría un arreglo avalado por Axel Kicillof, en cuyo entorno nunca ocultaron en que buscarían dar vuelta la iniciativa del gobierno de Cambiemos. También hay un proyecto del massismo para eliminar las PASO, pero todavía no cosechó demasiados adeptos. En el Congreso sucede algo similar, con una particularidad: es una iniciativa que, a priori, en el gobierno encuentran muchas más coincidencias con el peronismo que con sus supuestos aliados del PRO.
Fuente: Infobae