La Justicia procesó a una pareja tras ser acusada de causarle lesiones graves a su bebé de tres meses; el caso fue investigado cuando los especialistas del hospital advirtieron que las lesiones del niño no se correspondían con la supuesta caída relatada por sus padres.
Los padres del pequeño están acusados de lesiones graves; los médicos constataron multiplicidad de fracturas incompatibles con su corta edad.
El juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción 1 confirmó el procesamiento por lesiones agravadas por el vínculo al constatarse el maltrato, detectado por los médicos del Hospital Ricardo Gutiérrez, quienes alertaron sobre la situación a las autoridades de Niñez.
En abril pasado el bebé ingreso a la guardia del hospital pediátrico y quedó internado; sus padres aseguraron que las lesiones que presentaba el nene eran producto de haberse caído de su cochecito y de los posteriores intentos de reanimación por parte del padre, informó el portal fiscales.gob.ar.
Los informes médicos dieron cuenta de una multiplicidad de fracturas que no resultaban compatibles con la corta edad del niño.
Un informe posterior de la División Servicio Social del hospital estableció que se trataba de un “niño con alta presunción de maltrato físico dados los hallazgos clínicos, padres negligentes -sin controles periódicos de salud, vacunación incompleta y sin tramitación de DNI- y sin pautas de alarma ni conciencia de gravedad de la situación actual del niño”.
Los testimonios de los especialistas permitieron inferir que los agresores habrían participado activamente en las lesiones de su hijo y procuraban mantenerlo oculto, por lo que se estaría en presencia del síndrome del niño maltratado con “aparente amenaza de vida”, dijo Carlos Alberto Vasser, titular de la Fiscalía Nacional de Instrucción N°21 que intervino en la causa.
Para el juez Hernán López, las pruebas indicaron no sólo la falta del cuidado que los padres le daban al bebé, sino también que temían hospitalizarlo porque sabían que se pondría al descubierto su estado físico.
“El dolo está probado ya que su conducta no podía tener otro objetivo sino el de causar un daño en el cuerpo o en la salud de la víctima”, concluyó el magistrado.
Por ello, procesó a ambos por el delito de lesiones graves agravadas por el vínculo en diversas oportunidades en calidad de coautores del hecho.
La penalidad prevista para esta figura es de tres a diez años de prisión, pero ambos imputados continuarán el proceso en libertad.