El juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Andrés Seró, dictó el procesamiento de 14 integrantes de la presunta organización narco, entre ellos cuatro funcionarios de fuerzas de seguridad. Los defensores apelarán ante la Cámara. El juez determinó las relaciones del jefe González con el resto de integrantes de la banda.
El juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Andrés Seró, dictó el procesamiento de 14 acusados de integrar una banda narco con asiento en esa localidad y en Concordia, incluidos los cuatro funcionarios de fuerzas de seguridad que habrían aportado protección para el accionar delictivo.
La calificación legal elegida por el magistrado es la de Asociación ilícita, con el fin de traficar estupefacientes en distintas localidades entrerrianas de la costa del río Uruguay. La investigación surgió a partir de otra causa que ya tenía a uno de los integrantes de la organización detenido y al jefe, Mario González, prófugo. La base de la pesquisa fueron las escuchas telefónicas realizadas sobre los celulares de los implicados, a partir de las cuales la Justicia pudo establecer relaciones y conexiones entre el líder, sus familiares, socios y segundas líneas de la banda, así como un comisario de la Dirección Toxicología de la Policía de Entre Ríos, dos de la Policía Federal y uno de Gendarmería Nacional. De las conversaciones vía celulares de los ahora procesados el magistrado entendió que González contaba con la protección del jefe de Operaciones de la Dirección Toxicología de la Policía de Entre Ríos, Mario Núñez, dos policías federales (sargentos José María Gómez y Sergio Andrés García) y un gendarme de alto rango en Concordia (Carlos Francisco Acosta). Además del mencionado jefe de la banda están implicados su pareja Cristina Caram, su madre Isabel González, una hermana, Rosana Tenis y hasta el yerno, quienes manejarían la distribución y comercialización de droga (principalmente cocaína) en Concordia. Otros sujetos colaboraban, almacenaban y vendían los estupefacientes en Concepción del Uruguay.
Según informaron fuentes judiciales, solo dos de los imputados inicialmente quedaron parcialmente desvinculados de la causa, ya que les dictaron falta de mérito pero todavía no los sobreseyeron. A partir de ahora se abre el breve plazo de tiempo que tienen los defensores para plantear sus respectivos recursos de apelación al procesamiento. Mañana sería el momento en que deberían presentar las quejas y cuestionamientos a la medida del juez Seró ante la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná. Los vocales de este organismo judicial analizarán luego los argumentos esgrimidos por cada parte y luego citarán a la audiencia para que cada abogado los explique oralmente, aunque para esto les dan solo 10 minutos a cada uno en la audiencia. Habrá que analizar entre los argumentos del juez en el auto de procesamiento cuál es el vínculo entre los procesados, ya que para que se configure el delito de asociación ilícita debe probarse de algún modo el acuerdo de voluntades entre todos para cometer los hechos ilícitos. En este caso, según la información que ha trascendido de la causa, los funcionarios implicados habrían tenido contacto por separado con los narcotraficantes, aportando datos para evitar que cayeran presos.
SE SOLIDARIZARON CON NÚÑEZ
La detención del exjefe de Operaciones de la Dirección Toxicología de la policía entrerriana, Mario Núñez, fue un escándalo cuando se supo de su captura en la propia sede de esta área en calle Villaguay de la ciudad de Paraná. Pero la conmoción no solo fue por el presunto vínculo de un comisario inspector de la fuerza con un narcotraficante prófugo, sino también hacia el interior de la Policía ya que el hombre goza de un buen concepto como funcionario en sus 25 años de servicio, por parte de quienes fueron sus compañeros en Concordia y otros lugares de la provincia. Por eso, según se informó a UNO, Núñez recibió numerosas visitas a la Unidad Penal N° 1 de Paraná donde está alojado desde hace más de un mes, por parte de policías, entre los que se cuentan incluso jefes departamentales, quienes les manifestaron su solidaridad ante la situación que está atravesando.
El comisario inspector, al momento de declarar ante el juez Pablo Seró, afirmó su inocencia y dejó entrever que le tendieron una cama por internas en la Dirección Toxicología en la que trabajaba desde hacía unos cinco años.