El Frente de Todos pretendía debatir temas después de la sesión preparatoria de este jueves. Finalmente no trataron ninguno de los temas propuestos por el Presidente.
La división del interbloque del Frente de Todos configuró un nuevo Senado y el primer efecto ya quedó a la vista con la caída de la única sesión en la que el oficialismo pretendía llevar a cabo este jueves. Así, la Cámara Alta terminó el período de sesiones extraordinarias sin haber tratado ninguno de los casi 30 temas que propuso el Presidente, por segundo año consecutivo.
El martes a la noche el interbloque del Frente de Todos se reunió para chequear que todos estuvieran a tiro para sesionar este jueves, después de la preparatoria para ratificar autoridades. De ahí salió la confirmación de que habría una sesión acotada, para convertir en ley el proyecto Lucio y darle aval a pliegos judiciales y militares enviados por Alberto Fernández. Sabían que el proyecto de Alcohol Cero generaba diferencias con los legisladores de las provincias vitivinícolas, pero todavía no imaginaban el enfrentamiento que se avecinaba.
El miércoles, cuando la ruptura en el bloque tomaba cada vez más fuerza, la convocatoria a la sesión se demoraba. «Hay problemas con los vuelos», señalaban algunos intentando camuflar los conflictos de fondo. Cuando los cuatro legisladores del Frente de Todos anunciaron la formación del nuevo bloque Unidad Federal, la sesión quedó oficialmente en el olvido.
Hasta este miércoles el FdT era un interbloque de 35 legisladores. Necesitaba asistencia perfecta de los propios y 2 legisladores aliados más para alcanzar el quórum de 37. Para eso recurría a 3 senadores fieles: el rionegrino Alberto Weretilneck, la misionera Magdalena Solari Quintana y la riojana Clara Vega. El margen de error era mínimo.
Pero ahora la situación se complicó porque el FdT quedó con 31 y necesita sí o sí que parte de Juntos por el Cambio o flamante Bloque Unidad Federal los acompañe.
La nueva bancada, presidida por Guillermo Snopek, ya adelantó que decidirá su acompañamiento a las sesiones dependiendo de la agenda que proponga el oficialismo y de si se tienen en cuenta sus proyectos, como los de tarifas y subsidios al transporte.
Ya la idea de sesión se veía complicada por las internas dentro del propio oficialismo y las actividades de campaña en la que varios legisladores ya están inmersos.
Juntos por el Cambio había adelantado que no daría quórum, en ninguna de las dos cámaras mientras dure el juicio político contra los jueces de la Corte Suprema en Diputados. Sin embargo, como ese proceso viene para largo, a partir de marzo cambiarán de estrategia.
Ni siquiera hubo ninguna reunión de comisión durante enero y febrero en el Senado. «Tienen los números, ellos sabrán por qué no los juntan para tratar los temas. Tampoco puede sorprendernos cuando el diálogo está quebrado en el propio gobierno al punto que el ministro de Interior no se habla con el Presidente», había dicho a Clarín el senador radical Luis Naidenoff, días atrás.