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Narcotrafico: 4 años y medio de prision para el concordiense Mario Gonzalez

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) de Paraná, condenó a Mario Roberto El Gordo González por tenencia de cocaína con fines de comercialización. La pena otorgada por los jueces Lilia Carnero, Roberto López Arango y Noemí Berros consiste en 4 años y medio de prisión más 5.000 pesos de multa -casi idéntica a la que solicitó el fiscal General José Ignacio Candioti en su alegato, cuando reclamó 5 años de cárcel-. El Gordo González está cumpliendo prisión preventiva en Concordia, en el marco de una investigación por presunta Asociación ilícita para comercializar estupefacientes, de la que habrían participado policías de Toxicología y gendarmes -más de una decena de personas está detenida por esta causa que hace pocos días llegó al TOF y espera que le asignen fecha para el juicio oral-. 

Mientras aguardaba en la sala de ingreso al tribunal, antes de pronunciarse el veredicto, El Gordo González leía pasajes de una Biblia. Sus manos sostenían abierto el libro relativamente pequeño y de tapa azules que colocaba frente a sus ojos. Dos agentes penitenciarios lo vigilaban, parados a pocos metros de distancia. El Gordo estaba solo. Su abogado defensor Juan José Bukténica -que hace pocos días también intervino en la defensa material de algunos integrantes de una banda que vendía cocaína al menudeo en Concordia-, no pudo llegar a la capital entrerriana para acompañarlo.

El Gordo González está preso hace casi dos años. Pero en el marco de otra investigación por narcotráfico que ya llegó al Tribunal Oral Federal de Paraná y espera que le otorguen fecha de debate. Se trata de una de las causas por comercialización de droga más importantes del último tiempo, porque involucra a policías de la provincia y gendarmes. De hecho, en este juicio oral y uno anterior, tanto el ex jefe de Toxicología Mario Núñez, como el gendarme Carlos Francisco Acosta -ambos detenidos en la UP de Gualeguacyhú-, fueron traídos a declarar como testigos de pesquisas que ellos mismos integraron.

Sucede que González era, justamente, uno de esos peces resbaladizos que los agentes de las fuerzas públicas nunca podían atrapar. Así estuvo más de ocho años prófugo, supuestamente vendiendo frutas y verduras en el Mercado Central de Buenos Aires. Cuando cayó la presunta organización, en mayo de 2015, Concordia fue un revuelo por los allanamientos simultáneos, y porque se llevaron detenidos a policías y gendarmes. Tiempo después, desprotegido, González fue encontrado y también llevado a la cárcel.

El Gordo estuvo prófugo desde que la Cámara Federal de Apelaciones revocó la anulación que se había dictado en la causa -iniciada en 2006- y confirmó su procesamiento. Fue atrapado más de ocho años después, cuando cayeron los mismos agentes que lo protegían. Ese proceso por el que estuvo tantos años escondido de la Justicia, fue el que este este jueves encontró su veredicto. El hombre de 44 años recibió su primera condena a 4 años y medio de prisión más 5.000 pesos de multa.

Los jueces del TOF de Paraná descartaron las nulidades planteadas por Bukténica y se inclinaron por la tesis de la Fiscalía General, al considerarlo autor penalmente responsable de delito de Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. González seguirá en la cárcel y, probablemente, en pocos meses deba retornar para que vuelvan a juzgarlo por narcotráfico, pero esta vez ocupará el banquillo junto a policías y gendarmes.

 

LOS HECHOS VENTILADOS EN EL DEBATE

 

 

El 24 de agosto de 2006, pocos meses después de resultar absuelto también por narcotráfico, Mario Roberto El Gordo González, cayó detenido tras un allanamiento en su domicilio de calle Las Heras, en Concordia. El operativo en su vivienda fue porque buscaban a una persona que había cometido un robo agravado por el uso de arma de fuego. Pero cuando los policías llegaron a la casa, encontraron a González intentando deshacerse de 27 tizas de cocaína de máxima pureza. El Gordo las quiso tirar a un pozo ciego que había en el fondo del patio, pero justo lo sorprendió un policía.

En la requisa domiciliaria también encontraron botellas de vidrio conteniendo precursores químicos. Estaban en el garaje, adentro de una caja de cartón y envueltas en papel de diario. Los agentes de la fuerza también se llevaron una balanza y más de 1.200 pesos en efectivo.

La causa inició y en una primera instancia fue declarada nula. Pero la Cámara Federal de Apelaciones revocó esa sentencia y confirmó el procesamiento de González. Desde ese momento y hasta que cayó la banda de policías y gendarmes, El Gordo permaneció prófugo de la Justicia. Según dijo hace unos días en pleno debate, nunca respondió a los requerimientos judiciales por recomendación de su ex abogado defensor.

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