SALAR DE ATACAMA, Chile, (Reuters) – Las comunidades indígenas chilenas del desierto de Atacama, rico en litio, están en conversaciones con dos de las mayores mineras del país para obtener mayor influencia en los planes de aumentar la extracción del metal para baterías, según las empresas y fuentes comunitarias.
Las negociaciones con la estatal chilena Codelco, el mayor productor de cobre del mundo, y la productora chilena de litio SQM, se producen cuando las empresas están cerca de concretar una alianza que marcará el ingreso del estado a la producción del metal, crucial para las baterías de vehículos eléctricos.
Las conversaciones para elaborar un plan de «gobernanza» comenzaron en marzo y se espera que concluyan a finales de año, según supo Reuters en exclusiva. Estas iniciativas surgen de un diálogo iniciado el año pasado, en el que las empresas explicaron la operación conjunta y los representantes de la comunidad expusieron sus preocupaciones.
Ambas partes afirman que su objetivo es crear un modelo que otorgue a los pueblos indígenas de Atacama, también conocidos como Lickanantay, un rol activo en la nueva iniciativa en un salar que se extiende por una de las zonas más áridas del planeta, donde los pueblos han vivido durante miles de años.
«Los hemos invitado a trabajar juntos en un modelo de gobernanza que reconozca y considere eficazmente las perspectivas y visiones de las comunidades Lickanantay… en los procesos de toma de decisiones de la nueva empresa», declararon Codelco y SQM en un comunicado conjunto a Reuters.
Las empresas describieron el posible sistema como «sin precedentes» en Chile, y agregaron que cumpliría con los tratados internacionales sobre derechos indígenas.
En visitas de Reuters a cinco pueblos indígenas en las faldas de los Andes, sobre los salares, los líderes comunitarios enfatizaron la necesidad de exigir a SQM y Codelco que rindan cuentas por sus compromisos ambientales, en particular la limitación del uso del agua. «La idea… es que no sea solo la empresa la que decida qué hacer en nuestro territorio», afirmó Sergio Cubillos, líder comunitario de Peine, con vista a la vasta cuenca de Atacama, que proporciona una cuarta parte del suministro mundial de litio.
Dar a los grupos indígenas un lugar en la mesa de negociación podría reducir las ganancias si esto conllevara estándares ambientales más costosos.
Al mismo tiempo, un acuerdo podría resultar atractivo para compradores globales, cada vez más centrados en la minería ética, para satisfacer las demandas de los accionistas y ayudar a evitar protestas.
El sector minero considera como una advertencia las protestas en Panamá en 2023 que llevaron al gobierno a cerrar la mina de cobre de First Quantum Minerals.
«Las empresas se han dado cuenta de que interrumpir la producción obviamente tiene un efecto perjudicial», afirmó Yermin Basques, líder de la comunidad de Toconao.
Una opción para un nuevo marco sería el diálogo regular con los responsables de la toma de decisiones de la empresa, como los miembros de la junta directiva, señaló Basques. «Esto nos permitiría participar en la discusión sobre cómo funcionará el proceso tecnológico de extracción, cómo protegeremos el suministro de agua y cómo desarrollaremos la extracción con menor impacto ambiental», afirmó.
Conseguir un puesto en el directorio no es el objetivo, señaló, ya que las comunidades no buscan voz en las decisiones empresariales.
El diálogo con Codelco y SQM había sido tenso en ocasiones, añadió Basques, pero ambas partes ahora colaboraban, en parte porque las empresas reconocieron la necesidad de apoyo comunitario tras las protestas que complicaron la logística de SQM el año pasado.
«Tenemos conocimiento específico de nuestro territorio, de nuestra agua. Y tenemos la facultad de cerrar el salar si es necesario».
EL TIEMPO CORRE
Codelco y SQM informaron a Reuters que las conversaciones continuarían este año, basándose en las decenas de reuniones celebradas el año pasado con grupos de Atacama.
Su empresa conjunta, en la que Codelco tendrá el 50% más una participación en el control de las operaciones de SQM en Atacama, está prevista para el segundo semestre, a la espera de las aprobaciones regulatorias.