LOS ÁNGELES, (Reuters) – Los bomberos de Los Ángeles se preparaban el martes para vientos intensos que podrían avivar dos monstruosos incendios forestales que ya han matado a dos docenas de personas, arrasado barrios enteros y quemado un área del tamaño de Washington, DC.
Se esperan vientos huracanados de 120 kilómetros por hora (75 millas por hora) desde la mañana del martes, con ráfagas de entre 80 y 112 kilómetros por hora hasta el miércoles, dijo David Roth, meteorólogo del Centro de Predicciones Meteorológicas del Servicio Meteorológico Nacional.
Una advertencia de bandera roja estaba vigente el lunes por la noche mientras los vientos secos y peligrosos de Santa Ana ganaban velocidad.
Más de 8.500 bomberos atacaron los incendios desde el aire y desde tierra, evitando que las conflagraciones en ambos extremos de Los Ángeles se propagaran durante la noche.
«Esta situación es lo peor que se puede imaginar», dijo a los residentes locales la jefa de bomberos de la ciudad de Los Ángeles, Kristin Crowley. «No estamos a salvo».
Las autoridades estatales estaban posicionando previamente equipos de extinción de incendios en Los Ángeles y otros condados del sur de California que estaban bajo un elevado peligro de incendio, dijeron las autoridades.
Un nuevo incendio, pequeño pero de rápida propagación, se desató en un matorral en el lecho del río Santa Clara en el condado de Ventura, al noroeste de Los Ángeles, lo que puso de relieve los riesgos. El personal de tierra y varios helicópteros estaban trabajando para contener el llamado incendio Auto, que había arrasado más de 56 acres y ardía cerca de un campo de golf, pero aún no amenazaba a las viviendas.
Los dos incendios forestales más grandes, el de Palisades y el de Eaton, estallaron la semana pasada, alimentados por vientos intensos.
Al menos 24 personas han muerto en los incendios desde entonces, según el médico forense del condado de Los Ángeles.
PAISAJE APOCALIPTICO
Los incendios forestales han destruido o dañado más de 12.000 estructuras, convirtiendo barrios enteros en cenizas humeantes y montones de escombros y dejando un paisaje apocalíptico .
Hasta el lunes, más de 92.000 personas en el condado de Los Ángeles estaban bajo órdenes de evacuación (frente a más de 150.000), mientras que otras 89.000 enfrentaban advertencias de evacuación.
El incendio de Palisades, que arrasó comunidades lujosas del flanco oeste de Los Ángeles, quemó 23.713 acres (96 kilómetros cuadrados) y estaba contenido en un 14%.
El incendio de Eaton, en las faldas de las montañas de San Gabriel, al este de la ciudad, consumió otras 14.117 acres (57 kilómetros cuadrados) y fue contenido en un 33%, informó el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
Un tercer incendio, el Hurst, que abarca 799 acres (3,2 kilómetros cuadrados), fue contenido en un 95%, mientras que otros tres incendios en el condado han sido totalmente controlados en los últimos días.
El incendio de Eaton dañó la casa de Altadena de Lorraine Bryan, de 63 años, y destruyó otras dos viviendas de su propiedad. Bryan dijo a Reuters que le preocupaba no poder conseguir la dosis de insulina que necesita para controlar la diabetes.
«Estoy preocupada por el seguro y por la reconstrucción y por recuperarme», dijo Bryan el lunes, parada en la puerta de su casa calcinada. «Necesito mi medicación. Estoy tratando de ver quién puede ayudarnos».
MUERTE Y ARRESTOS
Los agentes encontraban restos humanos todos los días en zonas quemadas de Altadena, dijo el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna.
«Es una tarea muy sombría», dijo Luna, añadiendo que esperaba que el número de muertos confirmados aumentara en los próximos días.
El gobernador de California, Gavin Newsom, ha dicho que la tormenta de fuego podría clasificarse como el desastre natural más devastador en la historia de Estados Unidos. Ya es el incendio forestal más costoso en términos de pérdidas aseguradas.
El fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, dijo el lunes que 10 personas habían sido arrestadas en relación con los incendios. Nueve fueron arrestadas por robos en residencias de zonas afectadas por el fuego. Otra persona fue arrestada por incendio provocado, después de supuestamente intentar prender fuego a un árbol en la ciudad de Azusa, a unas 20 millas (32 km) al noreste del centro de Los Ángeles.
El senador estadounidense Adam Schiff, demócrata de California, dijo el lunes que había «un lugar especial en el infierno» y en la cárcel para los saqueadores.
Mientras tanto, el Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles fue demandado el lunes por acusaciones de que no gestionó adecuadamente los suministros de agua esenciales para combatir el mortal incendio de Palisades, según un expediente judicial. Los residentes que demandaron alegaron que el departamento debería haber mantenido el agua en un depósito cercano, que estaba seco cuando se desató el incendio el martes pasado.
AYUDA Y POLÍTICA
«Nuestros corazones están conmovidos por las 24 almas inocentes que hemos perdido en los incendios forestales en Los Ángeles», dijo el presidente estadounidense, Joe Biden, quien anunció ayuda adicional por desastre para California.
Pero los principales republicanos en el Congreso de Estados Unidos están considerando imponer condiciones a la ayuda por desastre, acusando a los líderes demócratas del estado de administrar mal los recursos hídricos y los bosques.
El gobernador de California, Newsom, y otros demócratas importantes del estado han recibido duras críticas por su manejo de los incendios.
El presidente electo Donald Trump planea visitar la zona del desastre después de su toma de posesión la próxima semana, dijo una fuente familiarizada con el asunto.
Mientras miles de propietarios de viviendas se enfrentan a costosas reconstrucciones, los grandes bancos comerciales, incluidos JPMorgan Chase y Bank of America, han anunciado planes para flexibilizar las condiciones de pago de las hipotecas para los afectados. Las aseguradoras se enfrentan a pérdidas históricas .
