El director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa estadounidense estima que en uno o dos años Al Qaeda pueda desarrollar «algún tipo capacidad para, al menos, amenazar a la patria», también el subdirector de la CIA alertó sobre la misma posibilidad.
La organización extremista Al Qaeda podría recomponerse en Afganistán en apenas uno o dos años y volver a representar una amenaza, advirtió este martes el director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa de Estados Unidos, el teniente general Scott Berrier, que hasta estimó que su percepción es “conservadora”.
«La evaluación actual, probablemente conservadora, es que en uno o dos años Al Qaeda haya desarrollado algún tipo capacidad para, al menos, amenazar a la patria», dijo Berrier durante una suerte de cumbre de Seguridad Nacional.
Aunque los talibanes se comprometieron en los acuerdos de paz con Estados Unidos de febrero de 2020 a no permitir que Afganistán fuera utilizado como base de operaciones del terrorismo, la Casa Blanca cuenta ya con informes que señalan que Al Qaeda, tradicional aliado del grupo insurgente, habría llevado a cabo algunas primeras acciones, según reportó la agencia Europa Press.
Para Berrier, el reto ahora es desarrollar otras formas de «tener acceso» en Afganistán, mientras las oficinas de Seguridad e Inteligencia continúan con sus acciones en relación a China y Rusia.
También el subdirector de la CIA, David Cohen, alertó que en un plazo de dos años Al Qaeda volverá a ser «una amenaza» para Estados Unidos, antes incluso de que puedan ser detectados.
Cohen dijo que ya se ven “algunos indicios” de los movimientos del grupo extremista en territorio afgano.
Las autoridades estadounidenses no tienen certeza aún sobre la presencia de antiguos líderes de Al Qaeda en Afganistán desde el retorno al poder de los talibanes, hace justo un mes, pero existen versiones de que el antiguo jefe de seguridad de Usama bin Laden, Amin al Haq, habría regresado al país.
Aún así, para la directora de Inteligencia Nacional, Avril D. Haines, no es Afganistán el mayor peligro para la seguridad de Estados Unidos, sino Yemen, Somalia, Siria e Irak.