Apenas conocido el resultado electoral, se difundió que a partir de hoy los precios de los combustibles suben un 4,5 por ciento promedio país en todas las petroleras. El último aumento se produjo el 10 de agosto, el día después de las PASO a nivel nacional, y desde entonces las empresas respetaron la tregua que les pidió el gobierno por el tiempo preelectoral, pero no demoraron ni un día para fijar nuevos precios. En esta estrategia fue decisivo el rol de YPF que con casi el 60 por ciento del mercado de los combustibles, obliga de hecho a las demás proveedoras a seguir sus movimientos para no perder ventas. También al momento de decidir el alza, la petrolera con mayoría estatal habría sido determinante, debido a que en su balance del tercer trimestre tiene una disminución del 40 por ciento en las ganancias.
Por otra parte, tienen que haber incidido los trascendidos sobre que el gobierno de Mauricio Macri fijaría un precio local del petróleo menor al actual que ronda u$s 70 y más cercano al internacional, para que se atenúe el impacto de una eventual devaluación en los precios de naftas y gasoil.
Por tratarse de un promedio a nivel, las empresas pueden aplicar ajustes mayores o menores al 4,5% anunciado según los productos y la localidad del país. Por otra parte, los nuevos valores estarían hoy mismo vigentes en las estaciones de YPF mientras pueden demorar algunas horas o un día en los surtidores de las otras compañías. Pero los aumentos incluyen también a Shell, Esso (ahora Axión), Petrobras y Oil.
Las petroleras que refinan compran el petróleo al valor fijado en acuerdo entre el gobierno y las productoras, en pesos al valor del tipo de cambio oficial, por lo cual los aumentos van siguiendo la evolución del dólar. No obstante, YPF refina mayormente su propio crudo, y Axión y Petrobras también tienen una cuota de petróleo propio.
Por la caída del precio internacional, el gobierno forzó una rebaja del 5% en los precios de naftas y gasoil a partir del 1 de enero. Pero después se sucedieron los aumentos aun cuando la cotización siguió en baja en el mundo: un 0,8% en febrero, un 0,9% en marzo, un 0,92% en abril, un 1,5% en mayo, un 1,5% en junio, un 1,3% en julio y un 2,5% en agosto. Si se suma el 4,5% de hoy, después de la rebaja de enero, los valores en los surtidores se ajustaron un 14,7%.
En tanto, entre el 11 de febrero, día previo a la primera suba, el tipo de cambio oficial para la venta era de $8,69, mientras el último viernes se ubicó en $9,675, lo que implica una devaluación del 11,3%, que se eleva al 13% si se toma la cotización del 30 de diciembre. Considerando la disminución del 5% en el primer mes del año, las empresas podrían argumentar que todavía les falta para emparejar con la evolución del tipo de cambio, publicó Ámbito Financiero.