El presidente de la Unión Industrial de Entre Ríos (Uier), Antonio Caramagna, afirmó que actualmente hay “una afectación de magnitud en muchos de los sectores que integran la actividad económica en el país y la provincia que requieren urgentes medidas superadoras”, y advirtió que “de no lograr acertar y atender en tiempo y forma la situación las consecuencias serán inevitables y pueden llegar a ser irreversibles”, registró AIM.
En la asamblea anual ordinaria de la UIER, que se realizó este viernes en la sede de la organización en Paraná, el presidente de la institución se mostró conciliador con el gobierno pero abiertamente franco respecto de la delicada situación que atraviesa el sector en Entre Ríos y el país. El diagnóstico que trazó el titular de Johnson Acero es alarmante, ya que explicó que al momento complejo que se vive se agregan variables que agudizan la situación como “la sostenida inflación y sus consecuencias; el cepo y la política cambiaria; la falta de fuentes de financiamiento, acordes a las necesidades de inversión que requiere todo desarrollo; y la fatigosa estructura impositiva”, aspectos que desde la institución requirieron soluciones en los ámbitos provinciales y nacionales de discusión, a lo que se sumó la demanda por “el control de la evasión fiscal, la urgente eliminación de impuestos distorsivos y la necesaria seguridad jurídica”.
Ante ese escenario, el empresario remarcó que se está “en un tiempo, particularmente, difícil y complejo; con una afectación de magnitud en muchos de los sectores que integran la actividad económica en el país y en la provincia”, por lo que solicitó al gobierno “una adecuada observación y diagnóstico y urgentes medidas superadoras”, ya que indicó que “de no lograr acertar y atender en tiempo y forma la situación las consecuencias serán inevitables y pueden llegar a ser, en muchos sectores, irreversibles”.
Además, el industrial apuntó que la industria “no es una actividad que pueda desenvolverse sin reglas claras y permanentes en el tiempo, así como tampoco es una naranja a la que se pueda exprimir y sacarle jugo infinito”.
Más allá de las criticas solapadas, Caramagna insistió en la ‘sinergia entre lo público y lo privado’, por lo que su discurso fue conciliador ya que remarcó, insistentemente, que los pedidos siempre se realizaron y realizarán “dentro del marco del diálogo, que permite coincidir y disentir”, por lo que afirmó que esa estrategia hay que “defenderla a capa y espada”.
LA REFORMA IMPOSITIVA, UNA MEDIDA QUE DEJÓ SU HUELLA
Si bien el presidente de la Uier se mostró su simpatía con el gobierno de Sergio Urribarri no dejó de recordar que “buena parte del año se tuvo que transitar exponiendo y discutiendo con firmeza y argumentos la inconveniencia de la Reforma Impositiva y al descalce que la misma ocasionó a la provincia frente a otras de la Región Centro, lo que afectaba la dinámica industrial en un tiempo productivamente amesetado, que, finalmente, fue revertida por el gobernador en septiembre”.
En ese sentido, el dirigente valoró la unión del sector para enfrentar el conflicto: “quedó claro, entonces, que cuando se pasan momentos difíciles crecemos aprendiendo y madurando para fortalecer nuestra identidad”.
LEY DE DISTRITOS INDUSTRIALES
Por otro lado, Caramagna señaló el trabajo y los aportes que se desarrollaron desde la Uier para conformar “una Ley de distritos industriales, que permitan potenciar el desarrollo de los parques y áreas industriales”. Al respecto, consideró el proyecto como un tema trascendente que aún se encuentra en estudio con organismos del poder Ejecutivo, por lo que se comprometió a seguir trabajando para “establecer un ordenamiento entre provincia, municipios y privados, marco indispensable para lograr el tan deseado objetivo”, de crecimiento industrial.
