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La colaboracion de vecinos y un grupo de WhatsApp permitio reducir la inseguridad en el barrio Nebel

Desde hace más de dos meses, vecinos de la zona de El Arenal, Barrio Luz y Fuerza se manifiestan pidiendo seguridad y la implementación de la ansiada comisaría 10°. La marcha se hace con asiduidad y está poblada de vecinos que, cansados de la seguidilla de hechos delictivos, cortan la vital avenida Chabrillón pidiendo respuestas. Unas cuadras al sudeste la cuestión es completamente distinta. La zona residencial del barrio Nebel Sur vive momentos de absoluta seguridad gracias a la presencia de un solo policía, pero más que por la presencia del oficial, por la colaboración entre vecinos y encargados de la ley.

Todo comenzó con un grupo de WhatsApp, una aplicación de celular, tal como lo cuenta Juan Francisco. Él es uno de los vecinos que se encarga de coordinar el grupo, y junto a Aníbal Domínguez se hizo presente en el programa Despertá con Nosotros para contar cómo lograron estar completamente protegidos.

El vecino comenzó asegurando que «esto fue una iniciativa mía durante noviembre del año pasado. Sufrí un intento de robo en casa, en momentos en que nosotros no estábamos. La alarma fue lo que ahuyentó a quienes querían robarme y por suerte no me quitaron nada, pero esto de que los ladrones se metan en los hogares solía suceder en el barrio».

«Tras eso fui a hablar a la jefatura, y ellos deciden colocar una garita en San Lorenzo y Remedios de Escalada», comentó. «Ya a principios de diciembre veíamos que el puesto fijo agregaba un poco de seguridad, pero no servía que el policía esté parado. Por eso volvimos a la Jefatura y allí conseguimos una bicicleta que estaba en desuso, la reparamos y se la dimos a nuestro policía. Gracias a este móvil el perímetro que recorría se agrandó a tres o cuatro manzanas».

LA AYUDA LLEGA AL INSTANTE

Continuó relatando, en vivo en la radio de El Entre Ríos, que «ahí decidimos agrandar el perímetro, y le conseguimos una motocicleta que también estaba en desuso en la Jefatura. Para ese momento el grupo de WhatsApp, que empezó en noviembre con los vecinos de las cuatro manzanas y que éramos 10 o 20, ya tenía 50 integrantes y hoy en día somos más de 100, tenemos dos grupos porque superamos el límite de miembros que la aplicación permite».

La colaboración de los vecinos fue clave, no sólo participando en el grupo de WhatsApp: «Dentro del grupo nos enteramos que había un dueño de una concesionaria de motos, y el aportó arreglar la moto y hacerle revisión todas las semanas. También supimos que había otro vecino que tiene un taller de chapa y pintura, y él fue quien puso en condiciones al vehículo para que ahora esté afectado a ese policía y a su recorrido de patrulla. El policía está dentro del grupo de WhatsApp, y gracias a la moto que le dimos puede reaccionar ante cualquier mensaje o llamado. El sistema es tan efectivo que tenemos un tiempo de respuesta que no supera los tres minutos».

«CUIDAR A LOS QUE NOS CUIDAN»

Para los vecinos, los policías no son sólo agentes de la ley: «la relación que tenemos con los oficiales (al barrio lo vigilan dos, pero trabaja uno por turno) es la mejor. Él no es «el policía de la esquina», tienen nombre y apellido, uno es Matías y el otro es Mauricio, son siempre los mismos y conocen nuestra rutina. Forman tanta parte de nuestra vida diaria que nuestros hijos ya los saludan con un «chau Matías» o un «chau Mauricio» cada vez que los ven. Nosotros les brindamos el arreglo de las motos, les damos comida y todo lo que necesitan, lo hacemos porque queremos cuidar a los que nos cuidan».

Aclaró sin embargo que «nosotros en ningún momento interferimos en la labor del policía, nosotros le aportamos todo lo que podemos para que él haga lo mejor posible su trabajo y cuidamos de él, es nuestro policía y queremos que se sienta cómodo. Es una parte tan grande de nuestro día a día que en un momento Jefatura quiso hacer un cambio de personal y nosotros fuimos a pedirles que lo dejen acá, porque ya nos conoce y nos vigila bien. El grupo del vecino alerta es una mejora y una colaboración para la policía, no es un reemplazo».

Además, la interacción entre el barrio no sirvió sólo para aumentar la seguridad: «la inseguridad no era el único problema del barrio: apareció que las calles están rotas, que se perdió un perro, etc. Pero para que no se desvirtúe el grupo de alerta formamos otro que se llama ‘Temas del barrio’ y ahí se discuten esas cosas, el grupo de alerta es sólo para alerta».

Aportó luego que «incluso el grupo de temas del barrio fue muy positivo, porque encontramos otros temas importantes como las luminarias, la basura, las calles, e hizo que nos conociéramos todos los del barrio. Y por ejemplo nos conocimos tanto que formamos otro grupo, el de ‘Los varones del Barrio’, y nos juntamos a comer y a hablar como amigos».

UN RESULTADO SORPRENDENTE

El esfuerzo tuvo un premio gigante: «desde el mes de noviembre, o a lo sumo desde enero que fue cuando conseguimos y terminamos la moto, hasta hoy hubo un solo hecho delictivo en el barrio, que fue un arrebato de una moto que pasó rápido y le quitó la cartera a una mujer. A todos los demás delitos los combatimos con la presencia policial y la colaboración de todos. Además, con respecto a ese arrebato, tenemos vecinos con cámaras que graban y vimos un ingreso de la moto con dos desconocidos y su rápida salida, entonces ante cualquier persona sospechosa que uno ve se puede dar aviso en el grupo y el policía ya está alerta y vigila».

Sostuvo que el esfuerzo y el gran resultado también se basa en «saber con qué recursos se cuenta. Tenemos un vecino que es ingeniero en comunicación y ya propuso instalar fibra óptica, y hay otros que opinan y dan sus ideas, todos aportan conocimiento y capacidad».

«NO QUEREMOS UNA COMISARÍA»

Los vecinos cerraron poniéndose en contra de la lucha que cuadras arriba se realiza desde hace meses: «nosotros no tenemos nada que ver con los vecinos que cortaron Chabrillón pidiendo seguridad. No queremos una comisaría, si llegan a instalar una desaparecemos como grupo y como identidad de barrio».

Manifestaron sus argumentos asegurando que «una comisaría te garantiza más burocracia y demoras, y además contiene reclusos. Sabemos que no debería ser así, que para contener reclusos está la cárcel, pero vos vas a cualquier comisaría y siempre hay algún ladrón. No es la idea esa, porque si no va a haber tipos que se escapan de la comisaría y te andan por el barrio».

 

 

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