El senador nacional Edgardo Kueider (Unidad Federal) confirmó a Redes de Noticias que no será de la partida en ninguna sesión del Senado hasta tanto se le dé dictamen a la ley que contempla una tarifa eléctrica diferencial que incluya a la provincia de Entre Ríos. El oficialista Frente de Todos necesita de la presencia de Kueider para aprobar el pliego de la jueza del caso Hotesur.
El oficialismo renueva las esperanzas de volver a sesionar en el Senado de la Nación luego de cuatro meses de inactividad y una sesión frustrada por falta de número para alcanzar el quórum.
Sin embargo, la decisión del concordiense Edgardo Kueider de negarse a participar de las sesiones hasta tanto se dé tratamiento a un proyecto de ley que presentó el año pasado para incluir a Entre Ríos entre las provincias que tienen una tarifa eléctrica diferencial echará por tierra las ilusiones de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner de contar con el blindaje judicial de la jueza Ana María Figueroa que tiene a su cargo la causa Hotesur por supuesto lavado de dinero y que ya se mostró favorable a la ex presidenta cuando señaló que sufrió “hostigamiento” de parte del Poder Judicial con motivo de las 8 indagatorias en un día a la que fue sometida por parte del fallecido juez Bonadío
En las últimas horas se especulaba en Buenos Aires que el quórum se alcanzaba. El sitio Infobae publicó que se destrabó el conflicto que hizo naufragar la sesión en el intento anterior y daba por hecho que en la primera semana de agosto el kirchnerismo lograría alcanzar los 37 senadores para poder avanzar en la aprobación de los pliegos de 75 magistrados.
Hace una semana parecía estar todo listo para sesionar y aprobar los pliegos. Sin embargo, la interna del PJ de Jujuy y el proyecto de ley sin dictamen hicieron que dos de los socios que iban a sumar desaparecieran del Palacio Legislativo.
El oficialismo contaba con el apoyo de senadores del bloque opositor Unidad Federal que a última hora “se resfriaron”, según palabras del propio José Mayans —presidente del interbloque del Frente de Todos.
Esos legisladores a los que hacen referencia desde el oficialismo, y que fallaron al acuerdo, son el jujeño Guillermo Snopek y el entrerriano Edgardo Kueider. Ambos estuvieron ausentes en el recinto y el senador Kueider confirmó a Redes de Noticias que no será de la partida en ninguna sesión del Senado hasta tanto se le dé dictamen a la ley que contempla una tarifa eléctrica diferencial que incluya a la provincia de Entre Ríos.
Snopek se retiró porque intervinieron el PJ provincial y lo quitaron de la lista presidencial de la boleta de Unión por la Patria para su candidatura a diputado nacional. En UP decían que la medida había sido en represalia porque el jujeño había pedido bajar a las otras listas con las que compite.
Una semana más tarde, el conflicto se desinfló y Snopek volvió al paño que lleva a Sergio Massa como precandidatos a presidente y las conversaciones se encauzaron. “Se solucionó el conflicto y hay posibilidades de tener el quórum nuevamente”, aseguró a Infobae una fuente del interbloque en la Cámara alta.
Sin embargo, sin la presencia de Kueider no hay quórum propio del oficialismo.
La vuelta al recinto luego de varios meses sin sesionar la lograría el oficialismo de la mano de varios socios. Desde principios de año el interbloque del Frente de Todos suma 31 voluntades, pero para esta nueva sesión contaría con la ayuda de los senadores Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), Magdalena Solari Quintana (Misiones) y Clara Vega (La Rioja), que suelen acompañar al kirchnerismo.
Y ahora estaría contando con dos senadores de Unidad Federal, la bancada que se creó con la salida de cuatro dirigentes del interbloque del Frente de Todos. Con María Eugenia Catalfamo -que estuvo la semana pasada en el recinto-, y Guillermo Snopek, ex miembros del FdT suman 36 y son 37 los miembros necesarios.
El interés del kirchnerismo por sesionar no sólo se encuadra en la cantidad de temas que se acumulan luego de cuatro meses sin bajar al recinto, sino que tiene que ver con un pliego en particular, el de la jueza Ana María Figueroa, quien comparte la sala con Diego Barroetaveña y Daniel Petrone.
La magistrada cumple 75 años el próximo 9 de agosto y, si no se sesiona antes de esa fecha para aprobar el pliego que extiende por 5 años su labor, automáticamente será jubilada.
Figueroa es una pieza clave en la causa Hotesur, en la que Cristina Kirchner está acusada de lavado de dinero. Aunque su pliego para continuar como vocal no tiene ninguna impugnación, desde la oposición señalan que Figueroa tiene un proceso abierto en el Consejo de la Magistratura por demorarse en un pedido para que se anule un sobreseimiento contra la Vicepresidenta y finalmente pase a juicio oral.
Pero la controversia no sólo tiene que ver con los tiempos del proceso, sino con que la magistrada señaló que la Vicepresidenta sufrió “hostigamiento” de parte del Poder Judicial con motivo de las 8 indagatorias en un día a la que fue sometida por parte del fallecido juez Bonadío. Esta opinión es, por lo menos, cuestionable para los senadores de Juntos por el Cambio, que así se lo hicieron saber en la Comisión de Acuerdos.
Ahora los plazos empiezas a jugar un rol fundamental. El kirchnerismo tiene que conseguir los 37 senadores en su banca para poder sesionar entre el lunes 31 de julio y el martes 8 de agosto. Es el único “tiro” que tiene si quiere mantener a Figueroa en su cargo. Si no lo logra, un día más tarde la magistrada cumplirá los 75 años y será jubilada.