Grabois manifestó abiertamente que la fortuna de los Kirchner le “hace ruido”. El dirigente social afirmó que la familia de la vicepresidenta tiene “los usos y costumbres de la burguesía argentina” con el manejo de su patrimonio. Habló de la necesidad de austeridad en los representantes de la gente.
En declaraciones a radio Con Vos, Grabois dijo que «a mí me hace ruido, a la base no. Creo que la regeneración de la política necesita de un voto, no de pobreza, pero sí de simplicidad de vida». En ese sentido, remarcó que a él no le gusta «que haya políticos ricos», y agregó que ha hablado con la vicepresidenta y con su hijo Máximo sobre estas cuestiones.
En septiembre de este año, Máximo Kirchner declaró ante la Oficina Anticorrupción un patrimonio de 400.841.818,69 pesos. En 2020 sumó poco más de 100 millones de pesos a los bienes que había declarado tener en 2019, pese a que dijo no haber incorporado nuevos activos, y este año hizo un pedido ante la AFIP para pagar en cuotas el impuesto a las grandes fortunas que él mismo impulsó en el Congreso.
El hijo de Cristina Kirchner acumula la mayor fortuna de la familia. Depósitos en dólares, una caja de ahorro en la misma moneda, 25 propiedades (en su mayoría heredadas), y tenencia accionaria en tres empresas son parte de la fortuna del diputado del Frente de Todos, según consta en su última declaración de bienes.
Sin embargo, subrayó que «este tema no es un tema de la agenda de la gente, que está pensando en tener un techo, trabajo, salud, y no en estas cosas. Es parte del divorcio de la agenda de los políticos con la gente. Es un tema del morbo de buscar siempre la parte oscura, la parte negativa».
«No pienso que esté mal tener un patrimonio importante, pero los políticos que se admiran como Merkel o Biden tienen patrimonios superiores a los de Argentina y nadie los investiga demasiado», enfatizó.
Sobre la composición del patrimonio de la familia Kirchner, con un marcado perfil inmobiliario, el dirigente social señaló que eso es algo típico de la «burguesía argentina».
«¿Quienes son los okupas de grandes extensiones de territorio en Argentina que compraron a precio vil? Lewis, Benetton, y tambien Lázaro Báez. Yo quiero que se distribuya la tierra de Benetton pero también la de Lázaro Báez, No me importa de que partido politico es», explicó.
«Un tipito enojado»
Grabois también se refirió a la imagen que tienen en los barrios populares del economista Javier Milei, el candidato de Libertad Avanza a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires que sorprendió en las últimas PASO al cosechar casi un 14 por ciento de los votos, con un buen desempeño en las comunas más humildes.
«Los pibes lo identifican como un tipito enojado», dijo.
Pero también marcó que «a los mismos pibes que les gusta Milei les gusta Juan Grabois, lo que pasa es que yo no soy candidato. Cualquier figura que hable con algún nivel de apasionamiento, y con una fuerte critica empatiza con el enojo de un sector importante de la población».
Por último, Grabois aprovechó la entrevista para comentar una práctica que han puesto en marcha con diputados, candidatos y dirigentes de su espacio social en diferentes barrios.
«Estamos yendo a los barrios con la consigna ‘escuchar y cambiar el rumbo’. Hacemos una asamblea, vienen 400, 500 vecinos, y alguien se pone la careta de Alberto Fernández. Entonces la asamblea habla y Alberto tiene que escuchar. Es como un ejercicio de sicodrama», explicó.
«La gente saca sus problemas. Sale mucho el tema de la inseguridad, hay una situación de aumento del narcotráfico que es grave, sale mucho el problema del trabajo. Pero también salen gestos de agradecimiento por la vacunación, salen críticas a Larreta, a Vidal. Sale lo que esta en el seno del pueblo. Un descontento general con la politica», concluyó.
Fuente: Clarín