BEIRUT, 15 nov (Reuters) – Irán respalda cualquier decisión que tome el Líbano en las conversaciones para asegurar un cese del fuego con Israel, dijo el viernes un alto funcionario iraní, indicando que Teherán quiere ver el fin de un conflicto que ha asestado duros golpes a su aliado libanés Hezbollah.
Israel lanzó ataques aéreos en los suburbios del sur de Beirut controlados por Hezbollah, destruyendo edificios por cuarto día consecutivo. Israel ha intensificado sus bombardeos de la zona esta semana, una escalada que ha coincidido con señales de avance en la diplomacia liderada por Estados Unidos hacia un alto el fuego.
Dos importantes fuentes políticas libanesas dijeron a Reuters que el embajador estadounidense en Líbano había presentado el día anterior un borrador de propuesta de alto el fuego al presidente del parlamento libanés, Nabih Berri. Berri cuenta con el apoyo de Hezbollah para negociar y se reunió el viernes con el alto funcionario iraní Ali Larijani.
Cuando se le preguntó en una conferencia de prensa si había venido a Beirut para socavar el plan de tregua estadounidense, Larijani dijo: «No buscamos sabotear nada. Buscamos una solución a los problemas».
«Apoyamos al gobierno libanés en todas las circunstancias. Quienes están perturbando el orden son Netanyahu y su gente», añadió Larijani, en referencia al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Hezbolá fue fundado por la Guardia Revolucionaria de Irán en 1982, y ha sido armado y financiado por Teherán.
Un diplomático de alto nivel, que habló bajo condición de anonimato, evaluó que se necesita más tiempo para lograr un alto el fuego, pero tenía la esperanza de que se pudiera lograr.
La administración saliente de Estados Unidos parece interesada en lograr un alto el fuego en el Líbano, aun cuando los esfuerzos para poner fin a la guerra relacionada con Israel en la Franja de Gaza parecen totalmente fracasados.
Las potencias mundiales sostienen que un alto el fuego en Líbano debe basarse en la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a una guerra anterior en 2006 entre Hezbolá e Israel. Sus términos exigen que Hezbolá traslade armas y combatientes al norte del río Litani, que corre unos 20 kilómetros al norte de la frontera.
Israel exige libertad para actuar si Hezbolá viola cualquier acuerdo, lo que el Líbano ha rechazado.
En una reunión con Larijani, el primer ministro interino del Líbano, Najib Mikati, instó a apoyar la posición del Líbano sobre la implementación de la 1701 y calificó esto como una prioridad, junto con detener la «agresión israelí», según un comunicado de su oficina.
Larijani subrayó que «Irán apoya cualquier decisión que tome el gobierno, especialmente la resolución 1701», según el comunicado.
Israel lanzó su ofensiva terrestre y aérea contra Hezbolá a finales de septiembre, tras casi un año de hostilidades transfronterizas en paralelo a la guerra de Gaza. Afirma que su objetivo es asegurar el regreso a casa de decenas de miles de israelíes, obligados a evacuar el norte de Israel bajo el fuego de Hezbolá.
La campaña de Israel ha obligado a más de un millón de libaneses a huir de sus hogares, provocando una crisis humanitaria.
EDIFICIOS APLASTADOS
El grupo ha asestado duros golpes a Hezbolá, matando a su líder Sayyed Hassan Nasrallah y a otros comandantes. Hezbolá ha seguido lanzando cohetes contra Israel y sus combatientes han estado luchando contra las tropas israelíes en el sur.
El viernes, los ataques aéreos israelíes derribaron cinco edificios más en Dahiyeh, un suburbio del sur de Beirut. Uno de ellos estaba ubicado cerca de uno de los cruces de tráfico más transitados de Beirut, Tayouneh, en una zona donde Dahiyeh se encuentra con otras partes de Beirut.
En las imágenes que muestran el ataque aéreo cerca de Tayouneh se oye el sonido de un misil que se aproxima. El edificio atacado se convierte en una nube de escombros que se extiende hasta Horsh Beirut, el principal parque de la ciudad.
El ejército israelí afirmó que sus aviones de combate atacaron depósitos de municiones, una sede y otras infraestructuras de Hezbolá. Antes de los últimos ataques aéreos, el ejército israelí emitió una advertencia en las redes sociales identificando edificios.
La Unión Europea condenó enérgicamente la muerte de 12 paramédicos en un ataque israelí cerca de Baalbek en el valle de Bekaa el jueves, dijo el alto responsable de política exterior de la UE, Josep Borrell.
«Los ataques contra el personal y las instalaciones sanitarias son una grave violación del derecho internacional humanitario», escribió en X.
El jueves, Eli Cohen, ministro de Energía de Israel y miembro de su gabinete de seguridad, dijo a Reuters que las perspectivas de un alto el fuego eran las más prometedoras desde que comenzó el conflicto.
El Washington Post informó que Netanyahu se apresuraba a impulsar un alto el fuego en el Líbano con el objetivo de entregar una pronta victoria en política exterior a su aliado, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Según el Ministerio de Salud del Líbano, los ataques israelíes han matado al menos a 3.445 personas hasta el jueves desde el 7 de octubre de 2023, la gran mayoría de ellas desde finales de septiembre. No distingue entre víctimas civiles y combatientes.
Los ataques de Hezbolá han matado a unos 100 civiles y soldados en el norte de Israel, los Altos del Golán ocupados por Israel y el sur del Líbano durante el último año, según Israel.
