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Inauguración del gasoducto foto de unidad – Por Emiliano Damonte Taborda

El domingo se inaugurará el gasoducto Nestor Kirchner, y en Unión por la Patria (léase Gobierno, léase ex Frente de Todos, lease La Cámpora, Frente Renovador, Sciolismo, Albertismo? y demás), aparentemente buscan una foto de unidad con el Presidente, Cristina Kirchner y Sergio Massa. ¿Le sirve a alguien esa foto?

 

La foto de unidad de Unión por la Patria podría no convenirle a nadie, pero la quieren hacer.
La foto de unidad de Unión por la Patria podría no convenirle a nadie, pero la quieren hacer.

“Unidad” o “son todos lo mismo” 

Algunos buscan reafirmar en una foto aquello que es muy dificil de defender. Considerar a Unión por la Patria un frente unido es complejo, porque se trata de los restos de un Gobierno en el que todos están peleados con todos, pero con otro nombre, y un orden de jerarquías todavía en disputa. Es decir, no se sabe quien manda.

Por otro lado, mientras algunos buscan mostrarse unidos, otros están necesitando diferenciarse. Es que Sergio Massa, sabe que si quiere tener aspiraciones serias de cara a octubre y noviembre, necesita captar votos que no se ganan con una foto junto a “los ñoquis de La Cámpora”. 

Cristina otra vez armó una bolsa de gatos, pero esta vez se encargó de sacudirla fuerte de entrada, una vez atrapada en la trampa que Sergio Massa le tendió. Entonces no se entiende muy bien a quién le conviene esta “foto de unidad”

Uno de los argumentos preferidos de Horacio Rodríguez Larreta en estos últimos días, fue subrayar continuamente que votar a Sergio Massa, es como votar la reelección de Alberto Fernández. Es votar a la inflación, a la pobreza, a la inseguridad, etc. La foto de unidad lo confirmaría, sería ponerlos a todos juntos al final de la desastrosa gestión con una foto como evidencia de que son todos lo mismo. 

 

Massa es un extraño en Unión por la Patria

La suposición de que la foto sería un espaldarazo para la candidatura de Massa, es la confirmación de que ahora Massa está teniendo dificultades para captar el voto Campo-kirchnerista y que es necesario salir a buscarlo. La presencia de Alberto es menos comprensible, ya que se trata de un piantavotos radioactivo, pero puede entenderse en términos de que és la prueba fósil de que la decisión de Cristina de hace 4 años, al menos en términos electorales, tuvo éxito. Por lo demás, Alberto no le suma nada a nadie, entre otras cosas porque Cristina en su presencia suele perder las chavetas y atacarlo con acidez.

Estarán también en el acto, el maltratado Wado de Pedro, hoy nombrado “Jefe de Campaña” de Sergio Massa, en una movida que nadie puede tomar en serio y que sigue erosionando la ya desgastada imagen del Ministro del Interior y Axel Kicillof, al fin y al cabo anfitrión en Salliqueló, Provincia de Buenos Aires. 

 

Tiembla Massa

Como señalaba más arriba, hay que ver bien hasta donde juntar tanto antagonimsmo y desequilibrio puede serle útil a Sergio Massa, que en su ambición presidencial, tras haberle vendido el alma a quién sabe quién, se encontrará rodeado de gente completamente extraña, sus queridos “ñoquis de La Cámpora”, todos peleados entre sí y cargados de resentimiento y cuentas por saldar.

Recordemos que la última vez que Cristina Kirchner y Alberto Fernández se mostraron en público fue en junio del año pasado, en el acto por los 100 años de YPF,y fue cuando la vicepresidenta acuñó una de sus frases célebres al pedirle al Presidente que “use la lapicera”. 

Desde que se lanzó su candidatura, cerca de Massa vienen insistiendo con la idea de “una sola campaña con coralidad de voces”. Creen que esa unidad que intentan mostrar contrasta con las disputas que abundan en la oposición por estas horas, pero en realidad se trata solo de un eufemismo para decir que cada uno va a hacer campaña por su lado y se van a mostrar poco juntos, para que no se note que tienen tan poco que ver.

 

Un boomerang

Esa foto de unidad, podría ser un boomerang más de los que suele lanzar Cristina, y que históricamente han impactado limando posibilidades de sus presuntos protegidos. Mucho de eso sabe Scioli después de su aventura en la campaña de 2015,ni hablar de Alberto durante su presidencia y ahora es el turno de Massa, que haría bien en mirar para adelante con cara de esperanzado, pero ponerse un casco para cuando llegue el golpe desde atrás.

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