La empresa Granja Tres Arroyos, líder en la producción avícola de Argentina, ejecutó el despido de 50 trabajadores en su planta de Concepción del Uruguay como parte de un plan de ajuste que comenzó en diciembre con la solicitud de un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC).
Esta medida fue presentada con el objetivo de reducir costos laborales, ya sea a través de recortes salariales o achicando la plantilla de empleados. Desde el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) de Concepción del Uruguay cuestionaron la legitimidad de la crisis que argumenta la empresa.
Miguel Klenner, secretario general del gremio, aseguró que no existe una situación económica que justifique tales medidas y convocó a una protesta en la planta avícola para el lunes 27 de enero. La movilización contará con el apoyo de la Confederación General del Trabajo (CGT) y otras organizaciones gremiales y sociales de la región.
En un comunicado, el Movimiento Obrero y Social Uruguayense expresó su solidaridad con los trabajadores despedidos y condenó las acciones de la empresa:
«Frente al desguace de Tres Arroyos, el Movimiento Obrero y Social Uruguayense se solidarizó con los trabajadores del Frigorífico Tres Arroyos. Los despidos dejan a 50 familias sin el sustento esencial para el sostenimiento de sus vidas. Esta situación se da luego de que los trabajadores rechazaran de forma contundente el intento de la empresa de aplicar un recorte del 21% en los salarios mediante el Procedimiento Preventivo de Crisis.»
En diciembre, Tres Arroyos presentó el PPC ante la Secretaría de Trabajo de la Nación, que aprobó la solicitud. Este recurso, contemplado en la Ley de Contrato de Trabajo, permite a las empresas en dificultades económicas implementar ajustes que, de otro modo, estarían restringidos por convenios colectivos de trabajo. Según trascendió, la firma del Grupo GTA había planteado inicialmente la posibilidad de despedir a 700 empleados o aplicar una rebaja salarial que implicaría eliminar pagos adicionales equivalentes al 21% de los ingresos.
El antecedente de estos despidos se suma al cierre de la planta de Tristán Suárez (ex Cresta Roja) en octubre, tras una caída en la producción derivada de la gripe aviar y la pérdida de mercados como China. En ese caso, de los 270 trabajadores, 200 fueron desafectados, mientras que el resto fue reubicado en otras plantas de la compañía.
Los datos oficiales muestran que la industria avícola viene mostrando signos de recuperación. Según un informe de la Secretaría de Agricultura, las exportaciones del sector crecieron un 20% en volumen y un 26% en valor durante los primeros 10 meses de 2024. Los principales destinos incluyen mercados como Arabia Saudita, Vietnam, Brasil y Emiratos Árabes Unidos, entre otros.
Aun así, la empresa sostiene que enfrenta dificultades adicionales. Tres Arroyos ha reclamado en varias ocasiones un tipo de cambio más competitivo y una menor carga impositiva para aliviar sus costos de producción, argumentando que los costos internos son más altos que en otros países de la región.
El inicio del PPC generó sorpresa, especialmente después de que Joaquín de Grazia, presidente del directorio de Granja Tres Arroyos, afirmara en noviembre durante una entrevista en La Fábrica Podcast que veía un futuro promisorio para la industria. «Tenemos un horizonte extraordinario si lo sabemos aprovechar», afirmó entonces, destacando que la inflación y otros desajustes económicos requerían paciencia para que el país pudiera avanzar hacia un contexto de mayor estabilidad.
La protesta convocada para este lunes buscará visibilizar el conflicto y exigir una solución para los 50 trabajadores despedidos, quienes han perdido su fuente de ingreso en un contexto económico difícil. La concentración está prevista para las 7 de la mañana en la planta avícola, con la participación de trabajadores y sus familias, además del respaldo de diversas entidades gremiales y sociales de Concepción del Uruguay.