El Gobierno publicó este lunes el decreto con el detalle de la baja temporal de retenciones para los principales productos que exporta el campo. La medida fue anunciada oficialmente el jueves pasado después de una oleada de reclamos de los gobernadores de la Región Centro, cercanos al gobierno pero administradores de los principales distritos exportadores, y previo a un encuentro con las entidades del agro que apuraban al gobierno para que cumpliera su promesa de rebajar los derechos de exportaciones. La medida busca también acelerar los plazos de liquidación de divisas.
La normativa, firmada por Javier Milei, Guillermo Francos y Luis Caputo, fue incluida en la última edición del Boletín Oficial con el número 38/2025.
Según consta en ese texto, las nuevas alícuotas de pago de retenciones entran en vigencia este lunes e impactarán, hasta el 30 de junio, en los principales cultivos como la soja (poroto), que pasará del 33 al 26% y sus derivados que bajarán del 31 al 24,5%.
También se reducirán los derechos para la exportación para el trigo (12 a 9,5%), la cebada (12 a 9,5%), el maíz (12 a 9,5%), el girasol (7 a 5,5%) y el sorgo (12 a 9,5%).
En específico, se estableció que “los sujetos que exporten las mercaderías que se encuentren comprendidas en las previsiones de la Ley N° 21.453 y sus modificaciones” deberán liquidar “al menos el 95% de las divisas respecto de esas mercaderías” en un plazo de “hasta quince días hábiles de efectuada la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE) correspondiente”.
Además, se apuntó que “vencido el plazo al que se refiere el primer párrafo de este artículo o de no cumplimentarse lo previsto en el párrafo anterior, deberá tributarse la alícuota del derecho de exportación que corresponda a la posición arancelaria de que se trate, vigente el día anterior al de la entrada en vigencia de la presente medida”.
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y el Banco Central se encargarán de supervisar los plazos de liquidación.
El jueves por la tarde, Caputo y el vocero presidencial Manuel Adorni aseguraron que el superávit fiscal daba margen para aplicar esta baja de retenciones de inmediato.
Con esta decisión, el Gobierno busca atender las demandas del campo, que venía reclamando fuerte a través de sus dirigentes y también con los gobernadores de tres de las cuatro principales provincias del sector que se aplicara la baja.
En paralelo, existe también la necesidad por parte del Ejecutivo de estimular la liquidación de divisas en un contexto en el que la administración necesita dólares para aumentar las reservas y mantener vigente su política cambiaria.
“Queremos darle una señal al campo, que tanto apoya al país, y explicarles que estamos pendientes de su situación. Estas medidas vienen a avalar las promesas presidenciales”, afirmó Caputo.
Con la normativa quedó oficializado que hasta el 30 de junio se bajarán en forma temporaria las retenciones a los principales cultivos como la soja (poroto), que pasará del 33 al 26% y sus derivados que bajarán del 31 al 24,5%. También se reducirán los derechos para la exportación para el trigo (12 a 9,5%), la cebada (12 a 9,5%), el maíz (12 a 9,5%), el girasol (7 a 5,5%) y el sorgo (12 a 9,5 por ciento). Quienes no cumplan con los plazos de liquidación de las exportaciones, tendrán que pagar las alícuotas previas.
Desde el campo consideraron que esta no debe ser una medida transitoria. “Este impuesto ha sido históricamente un freno para el desarrollo del sector productivo. No es sostenible pedirle al productor que pague impuestos cuando ni siquiera logra cubrir los costos de producción», advirtieron los presidentes de CRA, Coninagro, Federación Agraria y Sociedad Rural.
En el caso de las economías regionales, había productos con alícuotas residuales de retenciones que serán llevadas a cero de manera permanente.
En el sector todavía esperan la letra chica de la medida, que fue de todas formas explicada en una reunión con ejecutivos del agro por parte del director de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) Juan Pazo. Los funcionarios del equipo económico plantearon ante los empresarios del sector que tanto el fisco como el Banco Central serán los encargados de controlar otro de los elementos centrales de la medida: los plazos de liquidación.
La medida buscará acorta los tiempos de liquidación a 15 días hábiles en lugar de los habituales 30 días, para liquidar los granos como una precondición para contar con el beneficio de la baja de alícuotas. Esa particularidad no tendrá ninguna normativa específica de la autoridad monetaria, mencionaron, pero sí habrá un trabajo de monitoreo.
Costo fiscal de la baja
El costo fiscal de la medida es de unos USD 800 millones, estimó Economía. La mayor parte, según un cálculo de LCG, corresponde a pellets de soja, que implicarían unos USD 325 millones, seguido del aceite de soja (USD 196 millones) y el poroto de soja, por otros USD 120 millones. Más atrás están el maíz (82 millones de dólares), el trigo (43 millones) y el resto de los productos primarios, con 40 millones de dólares.
Relaciones
Para el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), la recaudación que dejará de tener el fisco por esta medida representa el 42% del superávit financiero de 2024. “En relación a los ingresos no coparticipables (exclusivos de Nación), la relación es de 1,4 por ciento. Respecto a los ingresos tributarios (coparticipables y no coparticipables) que van a la Nación, la relación es del 0,8 por ciento”, calculó. En relación al gasto total la relación también es de 0,8 por ciento.
Otros análisis de mercado vincularon el timing de esta medida con las conversaciones técnicas abiertas con el Fondo Monetario en los últimos días. Para Adcap, “si bien el sector agrícola claramente enfrenta una coyuntura difícil debido a una combinación de condiciones cada vez más secas para los cultivos y costos crecientes de los insumos que presionan los márgenes, el momento de esta decisión, que coincide con las negociaciones con el FMI, plantea interrogantes sobre si el Gobierno está considerando la eliminación del ‘dólar Blend’”, planteó en un informe.
“Cabe destacar que el ‘dólar Blend’ ha sido eficaz para impulsar las liquidaciones de exportaciones en los últimos tres meses. Sin embargo, este éxito ha tenido un costo para el Banco Central, ya que la oferta reducida en el mercado cambiario oficial ha limitado su capacidad para acumular reservas de divisas”, concluyó Adcap.
GMA Capital también estimó la pérdida de recaudación en 800 millones de dólares, pero alertó también por un efecto inflacionario. “El impacto negativo vendría por la pérdida de recaudación (…) y una desinflación más lenta debido al traslado a precios internos en los alimentos derivados de los cultivos tales como harinas y aceites”, consideró esa consultora financiera. “Por el lado positivo, el Tesoro capturaría antes la recaudación por el adelantamiento de liquidaciones, así como el BCRA se beneficiaría tanto por una mayor oferta de divisas en el MLC como de dólares financieros en el CCL vía blend”, cerró.
Epyca también explicó que una baja de retenciones tendría un impacto, aunque acotado, en precios internos. “Las retenciones actúan como reguladoras de los precios nacionales versus su cotización internacional: los productos exportables se venden en el mercado local a precio internacional descontada la retención. Por ende, la baja de las retenciones impactará directamente en una suba (por única vez, en principio) de los precios de los alimentos. Mientras el gobierno busca sostener su política cambiaria para desacelerar la inflación, la quita de retenciones hace el efecto contrario”, analizó un informe este fin de semana.
Con información de Infobae y Clarín