Ni siquiera a los máximos referentes del oficialismo del Senado el Gobierno les reveló cuál es la estrategia que tiene con Ariel Lijo, el candidato de Javier Milei para ocupar un asiento en la Corte Suprema de Justicia. El plan original era forzar una sesión este viernes en la Cámara alta e ir a un todo o nada.
Pero la idea quedó en veremos después de que el bloque de la Unión Cívica Radical le anunció al oficialismo que no dará quórum para esa eventual sesión.
Lo mismo hizo Unión por la Patria. Entre ambos bloques suman 47 senadores. Sobre un cuerpo de 72 miembros, así al Gobierno sólo le quedarían 25 senadores a los que recurrir. El quórum se logra con 37. Y de esos 25 hay varios que están en contra de Lijo.
Para este jueves a las 11 hay prevista una reunión de Labor Parlamentaria entre las autoridades del Senado y representantes de todos los bloques. Ahí se definirá si se convoca, o no, a sesión este jueves.
En la reunión de Labor Parlamentaria que se hizo este miércoles para discutir el temario de la sesión convocada para este jueves para tratar, entre otros temas, la suspensión de las PASO, desde Unión por la Patria le hicieron una advertencia al oficialismo: «Así como están las cosas, van a ir al recinto para que se rechace el pliego de Lijo. Lo único que van a lograr es poner a un juez Federal en la parrilla. Salvo que sea eso lo que quieran».
El formoseño Jose Mayans, jefe de Unión por la Patria, recordó en esa reunión, según reconstruyó Clarín, que el peronismo buscó abrir una negociación por las vacantes en la Corte, pero que la Casa Rosada nunca aceptó.
-Qué negociación podría haber si ni siquiera llaman a la vicepresidenta, observó el senador Francisco Paoltroni. Expulsado del bloque de La Libertad Avanza y muy crítico de Lijo, Paoltroni también participó de la reunión de Labor Parlamentaria.
En UxP están dispuestos a votar por Lijo, pero reclaman que el otro asiento disponible en la Corte sea para una jurista que propongan ellos. El Gobierno nunca quiso retirar el pliego de su otro candidato propuesto, Manuel García-Mansilla.
Pese a lo que comunicaron, en la UCR y en UxP, hay dudas de que el compromiso de no dar quórum sea completo. Entre los radicales admiten que podrían tener fugas. Entre 3 y 6, calculaban en la noche de este miércoles senadores de la bancada radical.
En el peronismo aseguran que todos dieron la palabra de no dar quórum, aunque en caso de que hubiera sesión habría libertad de acción para los que quieran voten por el magistrado federal.
Pero fuentes del bloque sostienen que habría 14 senadores de UxP dispuestos a dar quórum. Referentes de la bancada dicen que es falso, que se trata de operaciones.
Como sea, en caso de que se pudiera reunir el quórum lo que no asoma aún es que Lijo pueda reunir los dos tercios de los votos de los senadores presentes que exige la Constitución para ser designado en la Corte.
Por eso, y al igual que Mayans en la reunión de Labor Parlamentaria, un senador de la UCR que suele votar alineado con el Gobierno le sugirió al oficialismo que se aborte el plan de sesionar.
«No van a poder nombrarlo y van a dejar a un juez Federal manoseado y herido», aconsejó.
En la UCR y UxP creen que finalmente no habrá sesión.
Ya hace 11 lmeses, Javier Milei sorprendió al proponer a Ariel Lijo y a Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte. En este período sólo el pliego del actual juez Federal obtuvo dictamen en la comisión de Acuerdos del Senado. El del académico sigue cajoneado.
En principio, la Casa Rosada quería ir a un todo o nada este viernes. Ahora, y tras un escenario demasiado incierto, analiza otras opciones.
El libertario Bartolomé Abdala deberá presidir esa eventual sesión debido a que por el viaje de Milei a Estados Unidos, Victoria Villarruel quedará a cargo del Ejecutivo y no podrá poner un pie en el recinto de la Cámara alta. Es casi un favor el que le hacen a Villarruel, que se opone a la designación de Lijo.
Según circula en el Senado, los apoyos que cosechó Lijo para su dictamen fueron fruto de su propia muñeca política -llamativamente esta semana se tomó licencia y se cree se encuentra buscando sumar votos para su candidatura- y de la ayuda de Ricardo Lorenzetti, juez de la Corte.
El Gobierno podría aportar algunos apoyos más -se habla de contactos con gobernaciones-, pero no los suficientes.
Plan B
La idea original de los estrategas del oficialismo es tratar de sesionar. Por un lado, para sacar por un rato de la agenda pública el criptogate, que salpica a Milei y a su hermana Karina. Por el otro, porque buscarían cerrar este capítulo.
Así, en caso de ser rechazado nomás el pliego de Lijo, el Gobierno pondría en marcha un plan B. La excusa sería que no pudieron avanzar por el Senado y que en la Corte hay dos vacantes que deben ser cubiertas.
La idea es designar por decreto a dos jueces. García-Mansilla, se dice, ya habría dado su OK. Lijo no aceptaría esta opción: si es nombrado en comisión, debería renunciar a su Juzgado. Y lo de estar en comisión puede tener un plazo. Cambia el viento político y debería despedirse del máximo tribunal.
Así, el Poder Ejecutivo avanzaría con la designación de otro jurista por esa vía que -dicen en el oficialismo- habilita la Constitución.
En la Rosada hicieron trascender una lista de candidatos: Ricardo Ramírez Calvo, Ricardo Rojas -su nombre se barajó para reemplazar al desplazado procurador del Tesoro Rodolfo Barra-, Alberto Bianchi y Carlos Laplacette.
Se habla también de la posibilidad de una mujer. Hoy a las 11 se sabrá cuál es la estrategia oficial.
Queda abierta otra incógnita. Si la Corte, a posteriori, aceptará tomarle juramento a jueces designados por decreto.
Fuente: Clarín