Guzmán, Kulfas y Moroni, tras el encuentro de ayer, volverán a reunirse el martes y buscan encontrarse con el Campo antes de elevar un informe de acción al Presidente.
Tras el encuentro de ayer en Economía, en el que los ministros Martín Guzmán, Matías Kulfas y Claudio Moroni, se reunieron con representantes de la Unión Industrial Argentina (UIA) y hombres de la CGT, en busca de tomar medidas para el control de la inflación, la mira está puesta en el próximo martes. Entonces se volverán a reunir los actores involucrados y comenzarán a trabajar en algunas ideas que terminarán de tomar formas en estos días.
La idea también es que en el corto plazo se sume el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y con él se convoque a los principales sectores del agro. Ayer eso no sucedió, según explicaron fuentes del tema a La Nación, porque el funcionario está de viaje oficial en Ecuador.
La reunión en el anochecer de este jueves fue a instancias de lo conversado por el presidente, Alberto Fernández, con sindicatos y UIA, a comienzos de esta semana en un encuentro que se dio en el gremio de la Sanidad e inicialmente buscó mantenerse en secreto. Allí se habló sobre la necesidad de establecer una “mesa de diálogo y concertación social tendiente a fortalecer la reactivación económica de manera articulada con la creación de empleos y la mejora en los ingresos reales de la población”.
El de ayer fue el primer paso en ese sentido y todos los asistentes al encuentro, en el quinto piso de Economía, coincidieron en “la necesidad de intensificar las reuniones de trabajo” para poder elevar a Fernández “un conjunto de propuestas en el plazo más breve posible”.
Reunidos alrededor de una hora estuvieron los secretarios generales de la CGT Héctor Daer y Carlos Acuña y el secretario general adjunto de la entidad, Andrés Rodríguez. En tanto que en representación del sector empresario, estuvo el Presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, junto al secretario de la entidad Miguel Ángel Rodríguez y el director ejecutivo, Diego Coatz.
De todos ellos junto al Gobierno salió el acuerdo tripartito que se dio a conocer poco después del encuentro. Allí hubo coincidencia en que el acuerdo alcanzado con el FMI fue “un paso importante para continuar despejando factores de incertidumbre e inestabilidad”. Más allá del impacto que el acuerdo para la renegociación de la deuda tiene a nivel económico, la manifestación del apoyo por industriales y sindicalistas suma respaldo a Guzmán y Fernández en medio de las feroces internas dentro de la coalición de Gobierno.
En segundo lugar se consignó que el programa macroeconómico “es un paso significativo para afrontar los desafíos de avanzar hacia el crecimiento económico sostenido con inclusión social y productiva y un sendero de recuperación de las reservas que fortalezca la estabilidad macroeconómica”. Y en tercero, que el lanzamiento del Plan Argentina Productiva 2030 -presentado por Kulfas este martes- “inicia una etapa para concertar políticas para el desarrollo productivo a mediano y largo plazo”.
En el encuentro también se reconocieron “las dificultades macroeconómicas, sumadas al escenario internacional abierto por el conflicto bélico en Ucrania, han generado nuevas fuentes de inestabilidad que se expresan en mayores tensiones inflacionarias”. Y en ese sentido explicaron que la inflación es hoy “la combinación de problemas internos y de la escalada inflacionaria internacional y expresa un desafío para evitar que ello se traduzca en mayores dificultades para los ingresos de la población y la competitividad de las empresas”.
Y se remitieron a los dichos de Fernández sobre la necesidad de “redoblar los esfuerzos para afrontar esta problemática de manera coordinada entre el gobierno y los sectores empresarios y sindicales, para poder arribar a soluciones consensuadas que propongan soluciones diferentes a las instrumentadas en el pasado”.
En base a esas premisas, las tres partes consensuaron avanzar en una agenda de trabajo común. Buscando establecer “una mesa de trabajo para generar propuestas de medidas y coordinar acciones que permitan enfrentar de manera más efectiva el problema de la inflación, en particular en lo atinente al acceso a los bienes y servicios básicos”.
La situación energética fue otro de los puntos abordados y entorno a ellos se definió que las partes definirán “esquemas de coordinación para afrontar la particular situación energética dada por el alza internacional del precio de los combustibles, asumiendo esfuerzos que garanticen el acceso a la energía en hogares e industrias”.
De acuerdo a lo conversado, las partes podrán “plantear medidas coyunturales y estructurales para mejorar la situación productiva del país, promoviendo más inversión pública y privada, con más competitividad y exportaciones, así como la generación de trabajo productivo y formal”.
Otro de los puntos consensuados fue la necesidad de “fortalecer la recomposición de los ingresos reales de los trabajadores” y de ampliar la mesa de trabajo incorporando a sectores del comercio, la construcción, el agro y la economía del conocimiento.