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El cepo a la carne impidió que Argentina saque provecho de la recuperación de la demanda mundial

La caída de exportaciones en volumen a causa del cepo impuesto, se dio en paralelo a una fuerte suba de los precios internacionales en un momento de recuperación de la actividad a nivel mundial que reforzó la demanda. Si tuviéramos que definir el 2021 para la industria de la carne, podríamos definirla como una gran oportunidad perdida, reforzando la fama argentina de no estar nunca en el lugar justo, en el momento indicado. Esta situación impacta también en la disponibilidad de dólares del BCRA, siempre al límite por un Gobierno cada vez más contradictorio.  

El Gobierno se empecinó en complicarle la vida a toda la cadena productiva sin lograr nada positivo con sus medidas.

Pocas medidas han sido, este año, tan controversiales como la prohibición parcial, aunque con impacto directo en divisas generadas y volúmenes embarcados por exportaciones de carne vacuna, para «cuidar la mesa de los argentinos».

Este virtual cepo a las ventas externas de productos cárnicos, demandados en el exterior – carne enfriada, congelada y procesada- en mercados que pagan muy buen precio como la Unión Europea, cortes intermedios en Brasil, Chile o Israel y cortes baratos y carne procesada, especialmente a China, desnudó una vez más la gran paradoja argentina: no estar en el lugar y el momento indicados para satisfacer la demanda global.

Según el relevamiento mensual del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en noviembre las exportaciones de carne vacuna se ubicaron en 36.578 toneladas valor peso/producto, mientras que treparon a 55.020 toneladas equivalentes res con hueso (r/c/h).

Esto supone una mejora 7,6% respecto de octubre, cuando las ventas externas alcanzaron 33.986 y 51.003 toneladas respectivamente (peso producto y equivalentes res con hueso), sin embargo, aún registran una caída superior al 27% en relación a mayo, el mes en que se dispuso el cierre de exportaciones.

Sin embargo, esta caída de exportaciones en volumen se dio en paralelo a una fuerte suba de los precios internacionales, en un contexto de recuperación de la actividad turística, gastronómica y menores restricciones a la circulación.

Así, la película del sector exportador de carne bovina este año podría titularse como «una nueva oportunidad perdida», una situación que tiene impacto en las reservas del Banco Central, siempre al límite de la inanición.

Desde el IPCVA señalan que en noviembre las exportaciones «alcanzaron un valor de aproximadamente u$s 260,5 millones, resultando (- 0,7%) inferiores a los u$s 262,2 millones obtenidos en noviembre de 2020», pero con una diferencia no menor.

El mes pasado se exportó un 33,4% menos en volúmenes, y a pesar de ello la caída en montos fue marginal. Esto se explica por una importante mejora de los precios internacionales que llegaron en promedio al 49,1%, con un un salto 57% en los cortes enfriados sin hueso, los de mayor calidad y precios, y del 40,3% en los cortes congelados, que van rumbo a mercados menos exigentes en calidad.

En este escenario vale recordar que los países de la Unión Europea ya están pagando precios similares a los de pre pandemia. Por ejemplo, en Italia la carne argentina cotiza a 12.960 u$s/ton. un 78,2% más que en noviembre de 2020, mientras que en Alemania llega a 12.484 u$s/ton (73,2%) y en Países Bajos a 11.380 u$s/ton (64,2%).

Aunque en otro rango de precios, también hoy se pagan mejores precios en China (33,2% de suba interanual), Chile (29,6%) y Brasil (27,7%).

Sólo hubo una mejora marginal en los precios que se consiguen en Israel (6752 u$s/ton) y un incremento interanual de 4,4%, un país que levantó la voz airadamente a través de su embajadora en el país, Galit Ronen, quien sugirió que si Argentina no cumplía los compromisos de entrega «buscaría otros proveedores». También hubo bajas del precio promedio en Estados Unidos, del orden del 2,5% interanual en noviembre.

En este contexto, según los datos del IPCVA transcurridos once meses de este año las exportaciones argentinas de productos cárnicos en volúmenes registraron una merma de 43.000 toneladas en relación al mismo período de 2020. Para los analistas del mercado esto supone unos 400 millones de dólares menos en divisas, que, de alguna manera, es el costo del cepo a la exportaciones de carne.

Como resultado, el volumen promedio mensual exportado llegó este año a 67.080 toneladas equivalentes res con hueso, el nivel más bajo desde 2018, indicó el IPCVA.

Fuente: El Cronista

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