Emiliano Damonte Taborda
El anuncio de la recompra de bonos para mejorar el perfil de deuda, tiñe de campaña electoral un procedimiento que busca contener la escalada del dólar y que ya había llevado a cabo Martín Guzmán en 2021, aunque las condiciones de las reservas, necesidades de los importadores y las previsiones de ingresos de divisa eran mucho más favorables en ese momento; se trata de otra medida de Massa dictada por la desesperante coyuntura
“El objetivo anunciado es una excusa, y el objetivo real es sostener el valor de los bonos, lo cual no tan indirectamente mantiene la brecha bajo control. La decisión es formalizar un mecanismo de intervención en un contexto donde el acuerdo con el FMI vigente implica que estas decisiones se tienen que hacer de manera formal y transparente”, plantea el economista Gabriel Caamaño, titular de Consultora Ledesma, según cita el diario La Nación.
El analista recuerda un mecanismo similar en 2021, durante la gestión de Martín Guzmán. En aquel entonces, el BCRA completaba un rulo en el mercado, al desprenderse de bonos contra pesos y luego adquirir esos títulos contra dólares, para contener las cotizaciones paralelas. Ese mecanismo implicó una pérdida estimada de US$3500 millones de las reservas.
¿Ventana de oportunidad?
“Estos bonos elegidos son los reestructurados, empiezan a pagar capital en 2025. Son bonos que desde el punto de vista del flujo de capital no presentan exigencias de corto plazo. Hay otros que sí ya están pagando capital y también impactan en el riesgo país. Si el objetivo es mejorar el perfil de la deuda, ¿por qué no salen a comprar esos? Porque eligieron a los que se usan para el MEP y el CCL”, agrega Caamaño.
Dudas sobre una operación desesperada para contener al dólar
Las dudas son sencillas, no hace falta un genio para darse cuenta de que no hay dólares y que destinar 1000 palos de 6000 para esta operación podría ser un rulo peligroso en el que al final nos quedamos con menos dólares y con la escasez presionando al alza. Más fácil. ¿De dónde va a sacar los dólares Massa? Si los saca de las reservas y hay menos dólares, al fin y al cabo. ¿Cómo va a controlar la presión que la escasez va a generar?
Por otro lado la demanda de dólares se vuelve cada vez más imperiosa debido a una combinación de factores que tienen que ver con las pésimas perspectivas para la cosecha de marzo (el clima no da tregua como en una maldición Bíblica) y las necesidades del aparato productivo argentino, tan vapuleado y mal nombrado, cada vez con más dificultades para funcionar por faltantes que resultan de la falta de dólares. (Falta, falta, falta)
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Mientras, como cuando eramos chicos y se complicaba a fin de mes, está por pasar el cobrador del club (ya había pasado a principios de mes y lo habíamos pateado). El calendario nos muestra vencimientos en dólares para los próximos meses que no son aterradores, pero que para la piojera que manejamos son relevantes.
¿El Superministro se las juega todas?
No, no se juega nada, se juega la nuestra. Y como ha venido haciendo hasta hoy, sin falta, busca soluciones cortoplacistas a problemas que le explotan en la cara (Ej. dólar soja). Quiere solucionar los efectos de la falta de dólares, dejándonos con menos dólares. La maniobra no es invento suyo, ya se hizo otras veces, pero la coyuntura la transforma en un triple mortal sin red sobre una cama con clavos flotando en un río con cocodrilos rabiosos. Y nos cuenta que busca mejorar el perfil de deuda…chinhuehuencha.
Tal vez, en lugar de citar la «ventana de oportunidad» que nadie ve, hubiera sido por una vez positivo blanquear que se trata de una medida que busca frenar la subida del dólar, incluso evitando usar la palabra «desesperada». Pero solo tal vez. Debo ser un idealista.
Lo que no soy es economista, pero una de las pocas cosas que sé, es que si hay escasez de algo que todos están buscando, esto sube de precio.