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Denuncias cruzadas por destrozos en el galpon alquilado para la carroza del Colegio Nacional

Una polémica con sendas denuncias policiales se originó luego que un empresario dueño de un galpón visitara su propiedad para descubrir una serie de destrozos que afectaron tanto lo mobiliario como inmobiliario en el lugar. El propietario, Omar Orellana, es también titular de un servicio de emergencias médicas y afirma que los estudiantes hasta rompieron las puertas de una ambulancia. Por su parte los padres y directivos de la escuela le reprochan que haya cambiado la cerradura del lugar sin consultarlos.

ambulancia_orellana

El sitio www.diarioriouruguay.com.ar dialogó primeramente con el titular de la Comisaría 2º, donde por jurisdicción fueron las partes a radicar las sendas denuncias, desde donde se confirmó que alrededor de las 16 horas de este martes 15 septiembre, fueron recibidas dos denuncias diferentes, correspondientes a un mismo hecho.

El comisario Miguel Ángel Altamirano, precisó que primeramente “se hizo una denuncia de parte del director de la escuela Alejandro Carbó, diciendo que fueron a trabajar y se encontraron con el galpón cerrado y la cerradura cambiada”.

Pero luego de esto, se presenta el dueño del galpón para denunciar “que fue a su galpón a buscar unas pertenencias personales y se encontró con que estaba todo destrozado”, comentó Altamirano y precisó que “Orellana dijo que le habían dañado la ambulancia, sacado la batería, le rompieron focos y reflectores”.

También, siempre de acuerdo a la denuncia, “le cortaron cables y el toma corriente del galpón, tenía el inodoro roto y los sillones de living que se encontraban ahí estaban manchados con pegamento, además de tener quemadas algunas cosas personales”.

Por todo ello “se inició una causa por presuntos daños y se hizo una mediación entre las partes, para que los alumnos desalojen el lugar y la causa judicial siga con los trámites”, manifestó el Comisario.

Por otra parte, Altamirano expresó que “los chicos no tuvieron más acceso al galpón, lo que él propietario (Orellana) les permitió, es que guardaran algunas partes de la carroza porque justo en ese momento se largó la tormenta”. Pero que dicha alojamiento solo se extendía “hasta hoy (miércoles) a la mañana” y agregó que “por la noche el galpón se encontraba custodiado por los alumnos y por una persona que puso Orellana”.

 

LA VERSIÓN DEL TITULAR DEL COLEGIO NACIONAL

 

El rector del Colegio Alejandro Carbó, Sergio Marturet, precisó que “nosotros teníamos un contrato para que los chicos puedan construir su carroza en representación del colegio”, subrayando que hasta el incidente de este martes “se venía desarrollando todo perfecto, teníamos una pequeña deuda que hoy (miércoles) fue saldada por 5000 pesos”. Pero “ese contrato no se cumplió, porque desconociendo que como locador no puede entrar así (al galpón alquilado), si bien reconoció que Orellana “detectó algunos daños de algunas partes del galpón”, pero reprochó que el dueño “decidió, sin consultar y sin hablar, el cambio de la cerradura e impedir a los chico que ingresaran”, dijo Marturet.

El director del establecimiento educativo admitió que “no desconocíamos las roturas de una puerta, de un inodoro”, pero justificó que “como teníamos plazo hasta el 30 de septiembre, cuando los chicos sacaran la carroza los docentes -entre los que me encuentro-, los padres y ellos mismos íbamos a proceder a la reparación”.

El director volvió a criticar porque “este señor cambió la cerradura, les impidió entrar y entonces el argumenta daños en otras cosas que no están en el contrato especificados, y nos hace cargo a nosotros y a los chicos sobre todo de esas roturas”. Por lo que “ante eso y viendo perjudicado el trabajo de los alumnos decidimos con los padres asesorarnos con un abogado y hacer una denuncia, para que nos permitan retirar la carroza, porque nosotros no queríamos seguir en ese galpón”.

En este marco, acotó que “anoche alrededor de las dos de la mañana, después de un dialogo bastante acalorado en algunos momentos, sacamos la carroza y hoy (miércoles) fui a abonar la parte que faltaba”. También “hicimos el compromiso de ver entre los abogados de ambas partes, que cosas hay que reparar antes de que cierre el contrato que es el 30 de septiembre”.

Según Marturet, “los alumnos asumieron la rotura de un inodoro que no estaba fijado y entonces se sentaron mal y se rompió. Ellos compraron el inodoro y lo repusieron”, pero “después íbamos a ir a fijarlo”. Y volvió a apuntar que “el contrato era hasta el 30 de septiembre” y que el propietario “no podía cambiar la cerradura y entrar sin avisar”

Por último, el director del Colegio Nacional, aseveró que “ellos llevaron las cosas a la casa de un alumno y el resto de las polleras (de las carrozas) están en el gimnasio”, ya que “como quedan pocos desfiles, se les facilitó las instalaciones para que puedan estar tranquilos”.

 

EL EMPRESARIO Y SU APRECIACIÓN DE LOS HECHOS

 

El dueño del galpón, Omar Orellama, quién le alquilaba su lugar a los chicos del Colegio Alejandro Carbó, dialogó con www.diarioriouruguay.com.ar y fue este empresario el que detalló sobre los daños recibidos, contando que “ayer (martes) me voy en busca de unos repuestos de una ambulancia que yo tenía en el galpón que se lo alquilé al Colegio Nacional”. En esa acción “cuando llego, abro el galpón y me encuentro con destrozos de todo tipo, de lo que es mobiliario e inmobiliario”.

El damnificado remarcó que en el lugar llegó a observar absorto “que había una ambulancia, la cual tenía arrancada las puertas laterales donde se sube un paciente con silla de ruedas”.

También apuntó que cuando se acordó el alquiler del galpón “les dijimos que había espacios y habitaciones donde no se podía entrar, porque había muebles de mi pertenencia”. Sin embargo desconocieron ello y “ingresaron en esa pieza y entraron en lo que es el interior de una casa, sacando todo lo que estaba adentro”, inclusive había dos baños “y el que estaba más completo lo rompieron a pedazos”, ya que destrozaron “el inodoro, bidet, el tema de las cañerías donde va el desagüe del galpón”, donde según siempre su versión “había una inexplicable perdida de agua”.

Omar Orellana puntualizó que llegó a su galpón al mediodía de este martes, pero que en ese momento no había ningún alumno en el lugar, por lo que “entro al galpón y lo llamo al director que es uno de los que firmó el contrato, para que venga y vea con lo que me había encontrado”, pero respondió que “en ese momento estaba ocupado y no nos podíamos ver”, según narró el locador.

Finalmente cuando pudieron encontrarse “le digo que me acompañe al galpón para que vea los destrozos, pero me dijo que estaba ocupado y que mandaría a cuatro chicos”. Orellana relata que “vamos hacia el galpón y me mandan a cuatro chicos, que eran todos menores, yo no podría explicarle o decirles algo a ellos porque teóricamente no son los responsables de firmar el contrato”.

El dueño del galón recordó que “cuando yo se los alquilé fue en optimas condiciones, estuvieron los chicos de ECU y ellos vieron como estaban las instalaciones, que estaba todo perfecto, inclusive reconocieron que había una ambulancia ahí atrás”.

Finalmente “de ahí en más pasó lo que pasó, los padres y el director no nos dieron una señal de haber tenido algo de responsabilidad” e incluso recriminó que la actitud fue de “apañar a los chicos, que eso es lo que más me duele” porque “yo por el galpón no me voy a llenar de plata, pero lo que queda mal es que se está luchando para que la gente cambie y pensar de otra manera del estudiantado y por esta situación la sufrirán todos los chicos que siguen, principalmente ECU que trabaja bien para que no haya disturbios y tengan una fiesta espectacular” .

Por último, afirmó que “esto no se trata de querer dañar un colegio porque yo me recibí en el Colegio Nacional, sé que esto ha pasado varias veces, pero también hay mucha gente que trabaja seriamente”. Insistiendo con que lo que sucedió “no es un problemas de los menores, sino especialmente de los mayores”, ya que “en ningún momento me mostraron coherencia para identificar al responsable, porque yo no puedo meter a todo el colegio en la misma bolsa”, pero lamentó que “no haya ningún mayor que te de respuesta por lo que pasó”.

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