Una nueva asamblea de padres, docentes y alumnos se reunió anoche en la Escuela de Comercio “Profesor Gerardo Victorín” y resolvió no empezar el dictado de clases hasta que lleguen las soluciones por parte de las autoridades educativas y de Arquitectura, que el domingo a la noche firmaron un acta con los directivos de la escuela en la que se estableció desde mañana miércoles la incorporación paulatina de cursos a medida que vayan subsanándose los reclamos planteados. La Asamblea descreyó del compromiso asumido por los funcionarios y votó que una vez que estén los reclamos resueltos se decidirá el ingreso de alumnos. El jueves habrá una nueva reunión. Hubo críticas a la postura oficial de poner en cabeza de los directivos la responsabilidad por los problemas de filtraciones.
Después de la publicación del informe de diario NOTICIAS el sábado último que reveló los problemas edilicios que enfrenta la Escuela de Comercio “Profesor Gerardo Victorín”, el domingo por la tarde el responsable de la Zonal de Arquitectura, Roberto Couto, la Directora Departamental de Escuelas, Graciela Di Lello, el senador Angel Giano, y personal técnico visitaron la institución acompañados por la directora del establecimiento, Iris Mattio, para hacer un nuevo compromiso de respuesta a los reclamos. En la oportunidad, se firmó un acta en la que se dejó expresado que “entre martes o miércoles estaría llegando parte del mobiliario necesario” y se estableció un “Plan de incorporación secuenciado de los estudiantes”.
Así, mañana miércoles 9 de marzo debían comenzar las actividades todas las divisiones de primer año del turno mañana, todas las divisiones de quinto año del turno tarde y segundo y tercer año todas las divisiones del turno noche.
El cronograma fue plasmado en una comunicación elevada ayer lunes a la Dirección Departamental, supeditado a que las obras expresadas por los especialistas se lleven a cabo antes del día miércoles 9 de marzo. Se dejó aclarado también que la información sería transmitida a la Asamblea prevista para el lunes a la noche en el patio de la escuela.
A esta asamblea asistieron varios centenares de personas y allí la directora transmitió el cronograma establecido tras la firma del acta del domingo a la noche, que recibió el rechazo de la mayoría de los padres presentes y de los representantes gremiales que participaron del encuentro. Algunos padres se expresaron a favor de que empiecen las clases de algún modo.
Ante la falta de acuerdo entre los presentes, fueron puestas a votación las alternativas de acogerse al cronograma dispuesto o esperar a que las respuestas se hagan efectivas y así hacer efectivo el comienzo de clases. Por abrumadora mayoría, la comunidad resolvió esperar y se convocó a una nueva reunión para el jueves a las 20, ya vencido el plazo que las autoridades se dieron para solucionar los inconvenientes y completar el mobiliario faltante en la escuela.
La comunidad de la Escuela de Comercio, “Profesor Gerardo Victorín” reclama que se solucionen falencias que quedaron en el edificio tras las obras de “puesta en valor” que se llevaron a cabo durante tres años y que demandaron alrededor de 11 millones de pesos. Entre los reclamos se destacan las filtraciones, problemas en los pisos, en las instalaciones eléctricas, en aberturas y herrajes. Pero especialmente pretenden que se reponga el mobiliario que se retiró cuando se sacaron los pisos de las aulas intervenidas.
RESPALDO A LA DIRECTORA
Miembros de la comunidad educativa con los que dialogó diario NOTICIAS expresaron su respaldo a la directora, Iris Mattio, y rechazaron la pretensión oficial de que los directivos tienen la responsabilidad de que haya filtraciones en la escuela porque no mandaron a los ordenanzas a limpiar las canaletas.
Padres de alumnos que participaron de la asamblea de la semana pasada y también ayer ratificaron que los problemas de humedad, filtraciones y lluvia dentro del establecimiento empezaron a poco de ser recibida la obra de manera provisoria el 31 de marzo del año pasado. En el acta de recepción provisoria de la obra se deja asentado que se inspeccionaron los trabajos realizados, “encontrándose los mismos en condiciones de uso, con detalles menores de terminación que serán subsanados en un plaza de 90 días corridos”.
Se deja establecido que “a partir de la fecha los miembros responsables de la comunidad educativa quedan en posesión del establecimiento escolar y en consecuencia serán custodios del buen estado y funcionamiento de las instalaciones entregadas”.
Según dijeron los padres que hablaron con NOTICIAS, a los dos meses ya había problemas de filtraciones, humedad o lluvia dentro del establecimiento.
Desde entonces comenzaron los reclamos y el 17 de noviembre se firmó una nueva acta, esta vez de inspección de obra, de la que participó el mismo representante de la Subsecretaría de Arquitectura que recibió la obra provisoriamente en marzo, Luis González, y refrendó que “los detalles menores” cuya reparación había sido comprometida para dentro de 90 días en aquel entonces, seguían existiendo. Pero además se determinaron “detalles de terminación” y problemas en la “cubierta de techo” con presencia de ingreso de agua en sector norte y oeste en cubierta de techo, que hacía necesaria una revisión y sellado de canaletas y desagües pluviales verticales.
Se dejó constancia que los trabajos descriptos “deben ser ejecutados por personal especializado dada su relevancia y valor patrimonial”. El acta está firmada por la directora de la escuela, el representante de Arquitectura y el representante de la empresa constructora Szczech y Szczech.
Preferiblemente la obra debía hacerse sin alumnos, para lo cual el receso estival era el momento indicado, pero llegó fin de año, la inundación ocupó toda la escena, pasó el verano y no se hizo ninguna reparación. El personal de la empresa ni siquiera pasó por la escuela. En ninguna de las actas se menciona que el problema sean las canaletas tapadas por las hojas de las araucarias.