Durante la sesión de este jueves, el Concejo Deliberante distinguió al médico y ex diputado provincial Alberto Rotman como «ciudadano ilustre» de Concordia. Fue reconocido como «ciudadano ilustre» durante la mañana de este jueves.
Rotman dijo que vivió todo «con mucha emoción, primero porque han sido sumamente generosos los concejales que han aprobado esa declaración de ciudadano ilustre y después, de volver al Concejo Deliberante, donde yo estuve cuatro años, hace treinta años», rememoró al recordar cuando ocupó una banca entre los años 95 y 99.
Allí, comentó el homenajeado, «discutíamos a brazo partido todo lo que interesaba y lo que favorecía a la población; el volver ahí me dio mucha emoción».
El galeno recordó que «yo fui concejal del 91 al 95 y discutíamos hasta altas horas de la madrugada pero discutíamos cosas políticas, discutíamos conductas, ideologías, ideas políticas y cómo podíamos hacer para favorecer a la mayor parte de la población».
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Entre esos debates de antaño, rememoró Rotman, «estuvo Salto Grande y yo pongo siempre ese ejemplo porque nos unió a todos; radicales, peronistas, peleamos por lo mismo y por eso lo llevamos a toda la provincia».
Según contó, «no era fácil oponerse al gobierno de Menem, que venía arrasando con todas las empresas públicas; para mí esos años fueron realmente de un recuerdo maravilloso».
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Rotman, quién también fue candidato a intendente de Concordia, fue diputado provincial y Ministro de Salud de la provincia de Entre Ríos, opinó sobre la actualidad política.
«Creo que los partidos, por lo menos el nuestro, tomó el camino que corresponde», señaló. Aunque, de todas maneras, alertó que «es preocupante el nivel de discusión de la alta esfera política partidaria, de todos los partidos; por el nivel tan bajo, tan flaco que tenemos».
Para cerrar, puntualizó que «la democracia es el fin supremo que tenemos que tener los argentinos y la tenemos que defender a brazo partido».
En ese contexto, reconoció que «está pasando por una crisis pero yo estoy seguro que la democracia se va a arreglar con más democracia».
En efecto, remató, «los países no se suicidan nunca, yo soy optimista para los próximos años, vamos a tener que sufrir mucho, vamos a tener que sacrificarnos mucho y yo estoy dispuesto a acompañar una democracia que sea participativa, donde haya que ir para servir al Estado y no servirse del Estado».
