En estos días se está llevando adelante, mucho más a la luz del día que en la oscuridad, una maniobra que busca mantener el blindaje judicial de Cristina Kirchner. Se busca tratar en el Senado y acordar la renovación (cumple 75 años en agosto) de la jueza filokirchnerista de Casación, Ana María Figueroa y darle acuerdo a 75 nuevos jueces y fiscales; el kirchnerismo corre contra reloj para lograr quórum; Edgardo Kueider y el correntino Espínola piezas clave
Por Emiliano Damonte Taborda
Seguramente el título de filokirchnerista incomodará a algún lector, y sobre todo puesto donde lo puse, casi como parte del cargo. Pero todo el asunto resulta obsceno. Un Gobierno que ha privado exprofeso a la provincia de Santa Fe de magistrados, que ha paralizado por años los nombramientos de nuevos jueces, se mueve sobre el filo del cierre de su ciclo para nombrar nada menos que a 75 y extenderle el nombramiento a una jueza de Casación. ¿Por qué lo haría? ¿Una sed incontenible de justicia?
La coincidencia con las PASO tiene que ver con tres factores evidentes.
El primero sin dudas es agarrar a la oposición distraída con la campaña, cosa que les está funcionando muy bien; el otro efecto que logra la coincidencia de fechas es diluirlo de frente a la opinión pública con medios concentrados en las peleas entre Bullrich y Larreta y las pavadas que dice Massa para parecer kirchnerista; y por último es atinente ante una posible abrupta perdida de poder. Un mal resultado dejaría a Cristina aún más debilitada. La mojada de oreja del Senador entrerriano Edgardo Kueider de hace algunos días, es la evidencia más clara de que Cristina no es la que solía ser. Hace algunos años nadie se le hubiera plantado así de feo. El Senador amenazó con no dar quórum si no se trataban leyes importantes para su provincia, mala señal para la vicepresidenta.
La jueza Figueroa tiene simpatías por el kirchnerismo que hoy son funcionales al plan de impunidad de CFK. La magistrado llegó a afirmar que Cristina Kirchner sufre “hostigamiento” por parte del Poder Judicial que ella misma integra, y se encuentra en una sala que está en el camino de una de las causas por corrupción más pesadas que enfrenta la vicepresidenta y en la que están también involucrados sus hijos, Máximo y Florencia, la causa “Hotesur – Los Sauces”. Esto explica por qué hoy el Gobierno Nacional busca la extensión del período de funciones de la Jueza Figueroa, leonina que cumple 75 años en agosto y que por lo tanto debería jubilarse. No tuvo la misma suerte el exjuez de Casación Eduardo Riggi, quien apenas en febrero pasado, cumplió 75 años y debió jubilarse en el acto. Riggi era un tipo que no se dejaba presionar y con fama de independiente, y el mismo Gobierno que hoy pide la extensión de su compañera de Cámara, le negó rotundamente un acuerdo. Figueroa integra la misma sala de Casación, la instancia más importante del fuero penal, que los jueces Diego Barroetaveña y Daniel Petrone.
Según la nueva jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, los jueces que cumplen 75 años deben tener, el día de su cumpleaños, terminado todo el proceso de renovación del cargo para poder continuar en sus funciones. Esto es: deben contar con el acuerdo del Senado y con el decreto del Presidente que confirma al magistrado en su lugar por cinco años más. Tales antecedentes señalan como crucial la semana que va del lunes 31 de julio al martes 8 de agosto (la próxima semana y parte de la siguiente) porque Figueroa cumplirá 75 años el miércoles 9 de agosto.
Según varias fuentes citadas por el diario La Nación, el oficialismo no tiene todavía los 37 senadores que necesita para habilitar el quórum y sesionar. Cristina Kirchner quiere que esa cámara se reúna para aprobar a sus jueces, después de cuatro meses de parálisis total. Al oficialismo le falta todavía seducir al entrerriano Kuider y al peronista correntino Carlos “Camau” Espínola para tener quórum en la sesión que convocará en la próxima semana. La oposición asegura que se está más cerca de un nuevo fracaso del kirchnerismo para su ambición de prorrogar el acuerdo de la jueza Figueroa y de darle el necesario acuerdo a nuevos jueces y fiscales.