El presidente de Cooperativas Agropecuarias Federadas de Entre Ríos (Cafer), Enzo Cardozo, advirtió a AIM que el escenario que se plantea en del undécimo mes del año no es nada alentador: “la suba del dólar, el atraso cambiario, la presión fiscal, y la pérdida de competitividad en los principales sectores productivos traen como consecuencia el agravamiento de la crisis en el sector agropecuario y, lógicamente, el desfinanciamiento de las cooperativas, como consecuencia de la situación terminal que padecen la mayoría de los productores”.
El paceño señaló que “aunque esta situación no es nueva, lamentablemente observamos que las principales variables económicas pronuncian su caída, intensificadas por la inflación que sube por ascensor y agudiza sus efectos en los bolsillos raídos de los agricultores”.
“La realidad nos muestra que el pequeño y mediano productor está totalmente desfinanciado y que atraviesa una situación de quebranto que repercute en la cadena completa, sean acopios o cooperativas. Si esta crisis no tiene una solución a corto plazo, el impacto social puede ser muy serio, y hasta irrecuperable”.
El cooperativista recordó que “ya pasó el tiempo de la siembra y nos quedamos esperando que se hiciera realidad el financiamiento prometido por el gobierno, así como la solicitud de ampliación de garantías para los productores, planteada en el encuentro con funcionarios del gabinete el 1 de octubre pasado. No soy alarmista, pero tengo la obligación de ser realista”.
Por eso aseveró que “es prioritario volver a reclamar medidas concretas para que la actividad agropecuaria vuelva a ser rentable, ya que si eso no ocurre podría estar en riesgo la continuidad de empresas y fuentes de trabajo, lo que generaría un fuerte impacto negativo en la provincia. Si sembramos 100 hectáreas, ponemos la semilla, pagamos los costos de los insumos, y nos hacemos cargo de la trilla, igualmente debemos que entregarle el producido al gobierno, que se lleva el 35 por ciento. Y aun así, no podemos conseguir que financie al sector”.
Las cooperativas no son una isla en el escenario económico de la nación, y la provincia, por lo que, “hasta que no haya un giro de timón, seguiremos sufriendo las mismas restricciones que castigan a la economía argentina. Los cooperativistas conocemos bien que en épocas de crisis, nuestras entidades deben tener más cintura que nunca, ya que nuestros asociados, los productores, son parte y dueños. Es en tiempos de crisis cuando las cooperativas deben poner ‘toda la carne en el asador’, hasta que el panorama mejore”.
Para el cooperativista, “la competitividad se consigue con menos inflación, menos impuestos, menos intereses, más inversión y mayor rentabilidad. Seguiremos trabajando para que esas cinco variables se conviertan en realidad”.
