El Consejo General de Educación (CGE) podría comenzar a analizar en breve una reforma en el texto del decreto Nº 1.318, del año 1996, que ampara la realización de asambleas escolares, y que se han convertido, en palabras de funcionarios del área, en verdaderos “paros encubiertos”.
Desde que la Justicia ordenó la suspensión de una huelga de 48 horas, los días 27 y 28 de julio –a partir de una presentación hecha por el defensor general Maximiliano Benítez–, el principal sindicato del sector, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) ha escogido el camino de las asambleas para expresar su reclamo por una recomposición salarial.
El lunes hubo asambleas de entre tres y cuatro horas en escuelas del departamento Paraná, y ayer se extendieron durante dos horas.
El artículo 4º del decreto Nº 1.318 permite a los sindicatos con personería gremial la realización de “asambleas o congresos de carácter extraordinario”, y que su realización podrá “efectuarse con una antelación de 24 horas” a las autoridades. Y agrega: “Las asambleas por sectores de carácter informativo y/o referidos a asuntos laborales, en las que interviene excluyentemente el personal del sector en que las mismas se realizan, deberán notificarse por escrito, consignándose fecha, hora y lugar de realización, al organismo al cual pertenezcan los agentes intervinientes”.
