Por Emiliano Damonte Taborda
Los diez mandatarios se reunieron en Jujuy con Manzur, Lammens y Flavia Royón. En un momento de fuerte fragmentación del poder en Argentina y mientras todos parecen estar distraídos con la causa Vialidad, los Gobernadores olieron debilidad y se plantan de frente al Superministro.

Los gobernadores del norte del país volvieron a reunirse este martes, en Jujuy, en casa de Gerardo Morales. Los anuncios de recortes pusieron en alerta a los mandatarios provinciales, que, un poco preocupados y otro percibiendo vacío de poder, comienzan a tejer diferentes lobbies que buscan condicionar al Gobierno Nacional, o al menos a la parte que hoy está ocupada en gobernar.
Temas como los subsidios al consumo de energía (especialmente en verano), mejoras en la infraestructura energética, el abastecimiento de combustible en invierno y el corredor bioceánico, sirvieron de pretexto para mostrar un bloque de mayoría peronista pero unido, con personajes fuertes como el radical Gerardo Morales, el Coqui Capitanich, Gildo Insfrán o el correntino Valdés.
En el encuentro participaron también los gobernadores de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; de Formosa; de Catamarca, Raúl Jalil; la vicegobernadora de La Rioja, Florencia López; de Misiones, Oscar Herrera Ahuad; de Salta, Gustavo Sáenz; y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo.
La próxima marcada de cancha se llevará a cabo en el Chaco
Con un Gobierno Nacional que no logra gestionar los ítems de mínima, sin presupuesto, sin reservas y agobiado por la crisis, los Gobernadores no quieren dejar pasar el tiempo y encontrarse enfrentando un años electoral en las condiciones en las que les ha tocado enfrentar este 2022. Por eso empiezan a establecer desde ahora las líneas rectoras de la relación Provincias / Nación para lo que queda del Gobierno de Alberto Fernández.
Tal vez el punto más débil en esta estrategia de los Gobernadores, sea la falta de un interlocutor claro del lado de Nación, que debería ser Massa, pero que aún no se ha hecho ver claramente, enredado como está en resolver urgencias y, tal vez, escondiéndose atrás de estas.
Kicillof la semana pasada impulsó la reunión en La Plata, en la que se empezó a buscar limitar el poder del Superministro, o al menos mostrarle que hay un actor fuerte con el que debe hacer las cuentas, la “Liga de Gobernadores peronistas” a la que hoy se agrega la “Liga de Gobernadores del Norte”; tenemos también a “la mesa del litio” formada por Catamarca, Salta y Jujuy; o “las del centro” Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. El sur, que siempre ha tenido su peso, aún intenta encontrar un liderazgo y una línea común que los una.
Cuestión, un Gobierno Nacional cada vez más débil, comienza a dejarnos un “Federalismo residual” que podría hasta generar un esquema de cierta utilidad. Tal vez el único efecto positivo verificable (no sin ingenio y fantasía), dejado por la debilidad del Gobierno de Alberto Fernández.
Seguiremos con atención este proceso.