El gobernador no habría quedado conforme con el accionar de los fiscales al frustrarse su pretensión de declarar por escrito en el juicio a los policías de Concordia. Aún no se sabe cuándo y cómo prestará testimonio.
El viernes 29 de mayo, el tribunal que juzga a los 18 policías de Concordia acusados de sedición por los hechos de diciembre de 2013, rechazó por segunda vez que el testigo Sergio Urribarri pudiera acogerse al privilegio de declarar sólo por escrito.
Para sorpresa de muchos, en la audiencia del viernes fue el coordinador de la Unidad Fiscal de Concordia, el Dr. José Costa, el responsable de poner en palabras las razones en las que se fundó el mandatario entrerriano para solicitar limitarse a escribir su testimonio, evitando no sólo hacerse presente en la sala sino incluso el recurso tecnológico de la videoconferencia, y eludiendo así toda posibilidad de responder preguntas y repreguntas como lo han hecho los demás testigos.
PLAZO HASTA ESTE MARTES
Desde el viernes último en que se produjo el rechazo formal a la pretensión verbalizad por Costa, Urribarri cuenta con 48 horas para responder al tribunal en qué fecha declarará y si asistirá a la sala, recurrirá a la videoconferencia o pedirá que se le tome declaración en su despacho, para lo cual deberían trasladarse jueces, fiscales y defensores.
MALESTAR Y ENOJO
Fuentes de la justicia aseguran que el no rotundo de los magistrados al pedido de Urribarri habría generado un visible malestar en las relaciones del ejecutivo provincial con el procurador general, Jorge Amilcar García, de quien depende José Costa.
Según trascendió, el gobernador habría reprochado a García que los fiscales bajo sus órdenes no consiguieran convencer al tribunal para que prosperase su pretensión de declarar sólo por escrito. El malestar se habría replicado entre el procurador un la Unidad Fiscal Concordia, blanco de las críticas.
LA CONTRADICCIÓN DE LOS FISCALES
En la audiencia del viernes, al rechazar una vez más el pedido, los jueces le hicieron notar a los fiscales que estaban incurriendo en una contradicción, ya que en su momento argumentaron en contra del privilegio de declarar por escrito, ante un pedido del Obispo de Concordia, Monseñor Luis Armando Collazuol, que finalmente optó por asistir a la sala.
En otras palabras, los magistrados le hicieron notar a los fiscales que si el privilegio en cuestión es inconstitucional para el prelado, lo es también para cualquier otro que pretenda condiciones diferentes al resto.
