El gobierno provincial publicó ayer, en el Boletín Oficial, el texto de la Ley N° 10.352, mediante la cual la Legislatura le dio luz verde al Ejecutivo para celebrar un acuerdo comercial con China para la construcción de dos acueductos en el centronorte entrerriano, medida que recibió fuertes críticas desde la oposición y de parte de entidades ambientalistas.
La norma autoriza al Poder Ejecutivo “a celebrar con China State Construction Engineering Corporation LTD un contrato de obra pública con el objeto de ejecutar las obras denominadas Acueducto del Norte Entrerriano – La Paz– Estacas y Sistematización y distribución de agua para riego –Mandisoví Chico”. Y lo habilita a tomar un crédito “por hasta u$s 430.387.551, con más los intereses necesarios” para financiar la construcción de esas dos obras “con los bancos estatales y aseguradoras de crédito de la República de China y con los organismos multilaterales y/o entidades financieras que formulen una oferta de financiamiento para la ejecución de las obras”.
Y para eso, el Gobierno podrá afectar en garantía “y/o ceder los derechos de la Provincia sobre las sumas a percibir por el régimen de Coparticipación Federal de Impuestos Nacionales”.
A principios de 2014, y sin comparar precios, Urribarri negoció la obra con la firma China State Construction Enginnering Corporation Ltd, por un presupuesto de US$ 430.387.551. También acordó con el banco chino ICBC un contrato de crédito por US$ 366 millones, que curiosamente se regirá no por legislación argentina (como impulsó el kirchnerismo para la deuda soberana) sino por la Ley de Inglaterra. Los ruralistas cuestionaron ese “monstruoso endeudamiento”, que se tomó a 15 años con una tasa LIBO más 4,5%.
EL MAYOR CONFLICTO: LA COTIZACIÓN DE LAS OBRAS
Ambos proyectos fueron diseñados por el PROSAP, un programa del Ministerio de Agricultura que administra financiamiento del BID y el Banco Mundial para obras de desarrollo rural. Las obras diseñadas por ellos debían costar a lo sumo US$ 150 millones (aunque la oposición exhibió algunos documentos que hablaban de US$ 92 millones). Pero Urribarri pactó con los chinos un costo de u$s 430 millones.
El abogado especialista en temas ambientales Jorge Daneri alertó respecto de la existencia de cláusulas secretas en el acuerdo con China. “En el acuerdo con China el Gobernador se compromete no sabemos a qué, más allá de que sabemos con quién, y no se tiene nada claro, para qué, dónde, cuándo y en beneficio de quiénes, simplemente porque los proyectos Chinos de acueductos no son públicos y el Memorándum de Entendimiento sigue oculto y no ha sido entregado ni siquiera a quienes peticionaron, de manera formal y legal”, subrayó Daneri, miembro de la Fundación M´Biguá.
“Muchos de los datos que hoy reclamamos y que son necesarios conocer para tomar una decisión seria sobre la obra planteada por el Ejecutivo no están en manos de nuestros legisladores, y quizás ni siquiera en el propio Poder Ejecutivo Provincial”, alertó.
Rodríguez enfatizó que “no hay ninguna explicación aún respecto del extraordinario aumento del presupuesto de la obra de 92 a 450 millones de dólares y mucho menos de cuál es la razón por la cual se toma un crédito a una tasa de 4.5 mas libor con un interés punitorio del 2% anual cuando el propio BID otorga a Paraguay créditos para infraestructura al 0,25%”.
RECHAZO DE LA OPOSICIÓN
La oposición política también fustigó el acuerdo, que ya cobró forma legal en la Legislatura. El ex diputado nacional radical Atilio Benedetti señaló que “la entrega al imperio chino es escandalosa” y se preguntó “¿quién hizo los estudios de impacto ambiental de esta obra que se proyecta construir? ¿Cuál es el plan verdadero? ¿Seguir convirtiendo a Entre Ríos en una provincia donde solo se cultive soja para alimentar al gigante asiático?”.
En tanto, el diputado provincial del Partido Socialista Lisandro Viale sostuvo que “entregarle la obra a una megaempresa china sin licitarla es ilegal y un atropello a las instituciones y la ciudadanía” y que “la única razón aparente por la cual se puede llegar a actuar así es porque existen negociados paralelos que no se dicen”.
Pero al margen de esos reproches, el Ejecutivo siguió adelante, y nada parece detener la firme decisión de avanzar con el acuerdo con China.
