La Comisión de Trabajo Agrario, a raíz de un requerimiento de la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), determinó las condiciones de trabajo para los cosechadores de arándanos, fijando un mínimo de apenas 25 kilos por jornal.
La Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA) se manifestó en contra de la reciente Resolución 236 de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) dependiente del Ministerio de Trabajo de la Nación, publicada en el Boletín Oficial el día 29 de diciembre de 2016.
En esa medida, la CNTA establece las condiciones de trabajo para los trabajadores de la cosecha de arándanos, determinando que el jornal de trabajo contempla 25 kilos diarios.
«Esta cantidad apenas roza la mitad de lo que se cosecha en temporada alta, en los meses de octubre y noviembre, por ejemplo, y adherir a esta decisión significaría sencillamente quedar fuera de competencia de los mercados internacionales», aseguró hoy Omar Chiarello, presidente de APAMA.
Chiarello explicó que el promedio de cosecha habitual en temporada es de unos 40 kilos por jornada de trabajo, y que esos 25 significaría que el trabajador no llegaría ni siquiera al promedio, lo que impediría que los arándanos concordienses pudieran volver a competir en el reñido mercado internacional, que ya el año pasado trajo dolores de cabeza al sector ofertando bajos precios de compra para la fruta que se exportaba desde Argentina. Con esta flamante medida del gobierno nacional, se terminaría de hundir el repunte del sector que se esperaba para este año.
CONTRADICCIÓN ENTRE ORGANISMOS NACIONALES
Un día antes, el 28 de diciembre, la AFIP, otro organismo nacional, había emitido una resolución (3967) que establecía el Indicador Mínimo de Trabajo (IMT) para la actividad de producción y empaque de arándanos. En esa medida, la AFIP, a raíz de una investigación del INTA en sus estaciones de Concordia y Obispo Colombres de Tucumán, establecieron que el jornal equivalía a 40 kilos cosechados, mucho más cercano y real a lo que viene siendo la actividad en los últimos años, tanto en la Mesopotamia como en Tucumán y Buenos Aires, las tres regiones productoras de arándanos del país.
«Es curiosa esta disputa entre resoluciones de organismo nacionales, demuestra que no hay un trabajo coordinado y que la medida del Ministerio de Trabajo contradiciendo lo que dice la AFIP responde más a intereses políticos, devolviendo favores quizás, que a regular seriamente las condiciones de trabajo de nuestra actividad, como lo venimos pidiendo desde hace años», concluyó Chiarello.