Los números empiezan a hablar de una recuperación que sugiere la presencia de una rareza en la Historia argentina: confianza. El Gobierno no levantó el nivel del discurso, pero en cambio empezó a mostrar resultados concretos muy por encima de lo esperado; octubre fue un mes de efectivo rebote
Milei, el discurso y los resultados
El 30 de septiembre escribí que era imprescindible para Milei elevar el nivel del discurso, y no me equivocaba. Pero no estaba prestando atención al otro lado de la balanza, que es el de los resultados. En definitiva, lo que debí haber dicho en ese momento, era que con ese nivel de resultados, se hacía imprescindible levantar el nivel del discurso. Empiezan a hacerse evidentes resultados que parecían estar quedando muy lejos. Muchos de estos están íntimamaente relacionados con la expectativa y la previsibilidad.
Desde El Aguijón nos hemos cansado de repetir que la inflación tiene un componente que siempre le fue esquivo a la Argentina: la confianza. Por eso el mes de octubre fue un mes clave para la gestión de Milei. Su estilo no cambió en nada, siguió cargando con fuerza contra enemigos, detractores, amigos posibles, familiares y favorecedores, y prosiguió con su busqueda incesante de polarización y desautorización del otro alcanzando el paroxismo el día que acusó de “Golpista” a Raúl Alfonsín. Sin embargo, su gestión de estos difíciles meses de oscuridad, se empezó a ver premiada por algunos muy buenos resultados.
El índice de Fabián
Es cierto que no es cierto que se ha vencido a la inflación, pero ayer hablaba con Fabián, un hombre que se ocupa de jardinería y fumigación, y que hace dos años me había comunicado su miedo a fundirse trabajando a causa del descontrol de precios en el que debía moverse. Ayer me dijo que hoy al menos puede tirar una proyección a dos o tres meses de costos e ingresos, que tiene menos laburo, pero que está más tranquilo y siente que recuperó el control de su negocio. En otras palabras, que tiene más confianza.
Tras la victoria de Trump el riesgo país tocó su nivel más bajo en los últimos años y las acciones argentinas subieron dos puntos en New York, pero eso, les aseguro, es nada si lo comparamos con la confianza de Fabián.
Pequeños pasos
El Gobierno comenzó a analizar, tras la reducción del índice inflacionario, comenzar a detener también el ritmo de devaluación, y el dólar blue tocó su mínimo contra todo análisis y pronósticos. ¿Causas? Se las dejo a los economistas que son gente tan seria que nunca les falta una explicación, pero no tengo dudas de que el ambiente de confianza que se va generando tiene que ver.
Se bajó esta semana la tasa de referencia, de 40 a 35 puntos. Es probable que esto haga que la gente siga demandando crédito, y se trata de la demanda de crédito de una sociedad desmonetizada que intenta dar sus primeros pasos de normalidad y recuperación del consumo. El pedido de crédito, aunque todavía a tasas altísimas, es sin dudas una muestra de confianza.
El mes de octubre, las ventas minoristas de PyMEs subieron un 2,9% interanual. Es importante que sea interanual porque excluye variaciones estacionales, o más fácil, porque comparamos chanchitos con chanchitos. Se trata del primer número que da positivo en 19 meses en el ámbito del consumo, que es en definitiva el motor de cualquier recuperación.
El mercado automotríz se encuentra un par de pasos más atrás, pero en octubre registró por primera vez una recuperación respecto al mes precedente. Aquí si podríamos encontrar el dato viciado de estacionalidad o de algún otro factor más o menos coyuntural, pero es un signo positivo que adquiere valor en medio de una serie de indicadores positivos que terminan generando confianza.
El desafío de crecer
Entonces, decíamos al principio que Milei no ha levantado ni un milímetro la calidad del discurso, y sin embargo los números que miden la confianza en su gestión han rebotado, y en la economía comienzan a verse señales de esta rara presencia en la vida de los argentinos. Los próximos dos meses serán determinantes, y sobre todo la seguridad con la que todo se vaya encaminando hacia la liberación del tipo de cambio, nos permitirá analizar la robustez del proceso de recuperación.
En el mejor de los casos, nos encontramos ante el final del incendio. Ahora habrá que ver cómo es que se empieza a crecer, pero a la luz de lo que hemos dejado atrás, créame, desde el espíritu más crítico y el escepticismo más ácido, no es poco lo que empieza a aparecer. Era imperioso levantar el nivel del discurso, Milei nos sorprendió con mejores resultados de lo esperado, el discurso puede esperar, al menos por ahora.
En el país de los ciegos…
Los radicales se encuentran decididos a seguir haciendo papelones, el PRO no termina de definir su lugar en una crisis adolescente (especialmente en la falta de un desarrollo Nacional), el Peronismo, después de haber colapsado de autocracia y soberbia política, decidió ir por todo y proclamó a Cristina Emperatriz Justicialista, limpiando a Quintela, para llevar un “cambio de fondo” al Peronismo. ¿Le vamos a exigir a Milei que mantenga modos más elegantes?
Salutación
Incomodidad, espíritu crítico, acidez estomacal, que se les rompa el sillón, el banquito o la reposera, les auguro dolor de ancas e inflamación del ciático para que no se queden tranquilamente sentados en los miedos del pasado, los relatos del presente y las promesas del futuro, y más que nunca: solidaridad, empatía, respeto por la dificultad del otro, generosidad y paciencia, espíritu crítico que más no se pueda, ojos abiertos y equilibrio emocional, les augura El Aguijón.
