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La FED parece dispuesta a bajar la tasa de interés durante el último trimestre de 2024

La tasa de interés de referencia de la Reserva Federal se mantiene en sus niveles máximos anuales de los últimos 23 años, sin embargo, una incipiente desaceleración de la economía y una inflación que empieza a rondar el 2% que se había pautado como meta, hacen pensar que sería saludable una baja de las tasas de interés; en septiembre podría reducirse 0,50% para realizar otros dos ajustes de 0,25% antes de fin de año, lo que sería una excelente noticia para la Argentina

Federal Reserve
Federal Reserve

Crecen las expectativas de cara al último trimestre del año. A pesar de no haber decidido en su última reunión reducir las tasas de interés, está claro que la FED está orientada a bajar la tasa de referencia. “Tuvimos siete meses de buenos datos de inflación a finales del año pasado, luego tuvimos un trimestre, en realidad un mes más o menos, en el que la inflación subió y, ahora, hemos tenido una lectura de inflación realmente buena y otra bastante buena. Solo necesitamos registrar otras más para que aumente la confianza”, explicó Jerome Powell Presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos

Impacto en la economía argentina de una tasa elevada

1) Dólar fuerte. Un retraso en el sendero de recorte de las tasas de referencia en los EEUU, aún en el rango de 5,25%-5,50% anual, máximos en 23 años, daría sustento a la cotización del dólar frente a otras monedas de referencia mundial. Esto es un inconveniente para países emergentes como la Argentina, con un nivel elevado de compromisos en moneda extranjera con el exterior, pues al país le costará más hacerse de divisas.

2) No ayuda a las exportaciones. Los principales productos de exportación de la Argentina provienen del agro, ya sea soja, maíz y trigo sin procesar o derivados industriales como el aceite, la harina y los pellets de soja. Las cotizaciones internacionales de éstos son centrales para la economía nacional y dependen principalmente de los stocks globales, pero también en buena medida del nivel de tasas de interés de los mercados, de las cuales la de la Fed es la principal referencia. Un dólar “fuerte” tiene contrapartida en cierta debilidad del precio de las commodities nominados en moneda norteamericana.

El precio del dólar frente a la canasta de las principales monedas alcanzó esta semana el nivel más alto desde el 17 de diciembre. La soja en el Mercado de Chicago, a USD 431,37 para sus contratos más operados, mantiene una baja de 10%; el maíz cede 11,8% en 2024, y el trigo desciende un 5,6 por ciento.

3) Lejos del financiamiento. Un mayor costo del dinero en EEUU por más tiempo también se vuelve un atractivo para las inversiones financieras, que son recompensadas con mayor tasa. Indirectamente también presiona a la suba de la tasa de interés de los bonos del Tesoro de los EEUU, que compite con los rendimientos del sistema para obtener financiamiento. En el caso de la Argentina, cuyo Gobierno no puede acceder al crédito voluntario en el exterior, no tiene mucha influencia hoy, aunque demora el proceso de reducir el riesgo país para volver a colocar deuda a tasas razonables. Por otro lado sí afecta a las empresas argentinas que buscan financiarse en el exterior y afronta mayores costos. por último, tasas altas por más tiempo en los EEUU le quita fuerza a la demanda por activos bursátiles argentinos que cotizan en Wall Street.

Puerta abierta a la reducción de la tasa

La Reserva Federal mantuvo estables las tasas de interés el miércoles, pero abrió la puerta a reducir los costos de los préstamos en su próxima reunión de septiembre, en la medida en que la inflación siga acercándose al objetivo del 2% fijado por el banco central estadounidense.

«Ha habido algunos avances hacia el objetivo del 2% del Comité», dijo el Comité Federal de Mercado Abierto del banco central en un comunicado al final de una reunión de dos días, en la que mantuvo su tasa de interés de referencia a un día en el rango del 5,25%-5,50%, pero también preparó el terreno para un recorte en su reunión del 17 y 18 de septiembre, a sólo siete semanas de las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos.

Si bien los funcionarios de la Fed se muestran cautos ante cualquier acción que pueda empañar su enfoque de «datos, no política» a la hora de fijar el costo del crédito, la caída constante de la inflación en los últimos meses suscitó un amplio consenso en torno a la idea de que la batalla contra el alza de precios estaba llegando a su fin.

La inflación, dijo la Fed, era ahora sólo «algo elevada», una ajuste de la evaluación de «elevada» que ha usado durante gran parte de su campaña de endurecimiento monetario.

Además, la Fed eliminó la referencia a que estaba «muy atenta a los riesgos de inflación», y lo sustituyó por un reconocimiento de que los responsables de política monetaria estaban ahora «atentos a los riesgos para las dos partes de su doble mandato», que incluye el encargo del Congreso de mantener el máximo empleo consistente con precios estables.

 

Los banqueros centrales de Estados Unidos han dicho que sería apropiado reducir los costos de los préstamos antes de que la inflación vuelva realmente a su objetivo, para tener en cuenta el tiempo que tarda la política monetaria en afectar a la economía.

 

Hasta ahora la economía «ha seguido expandiéndose a un ritmo sólido», dijo la Fed en su último comunicado, y aunque «las ganancias de empleo se han moderado», la tasa de desempleo «sigue siendo baja».

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